Julián Alvarado | LA PRENSA DE LARA.- Durante largos añ;os, Barquisimeto se ha ganado el corazón de los venezolanos y extranjeros. La receptividad de su gente, sus lindos paisajes y referencias culturales le han posicionado como una de las ciudades de mayor relevancia en Venezuela. Hoy, ante el nacimiento de un nuevo día y el ocaso de lo que seguramente será otro hermoso atardecer, la ciudad de Barquisimeto alcanza la bendecida «edad» de 470 añ;os desde su fundación, el 14 de septiembre del añ;o 1552.
Pasearse por la historia de Barquisimeto es reconocer la grandeza de una localidad que ubicada en la región centroccidental de una nación caribeñ;a, ha sabido ser la alternativa perfecta de crecimiento para centenares de personas nacidas en el oriente, andes y capital del país, así como para muchos extranjeros que encontraron en este rinconcito suramericano un baluarte repleto de oportunidades.
Escuchar un sentido y emotivo «¡;na’ guará!», visualizar grandes obras arquitectónicas que por añ;os han identificado al larense como el Obelisco o la Catedral, apoyar a uno de los equipos más importantes del deporte venezolano (Cardenales de Lara) en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez y percibir como en toda familia se encuentran personas con grandes cualidades artísticas y hogares donde el cuatro y las maracas siempre están presentes, son sólo muestras del arraigo del barquisimetano.
«Los tiempos han cambiado, obviamente la realidad no es igual a la de hace 50 o 60 añ;os. En muchos ámbitos Barquisimeto ha padecido desmejoras, pero lo más importante es lo que haremos cada uno de los barquisimetanos por nuestra ciudad, cómo nos visualizamos en el futuro y a qué apostamos; ahí debemos sumar todas nuestras fuerzas», declaró Douglas Alvarado, padre de familia larense de 66 añ;os de edad, que tiene plena fe y confianza en una bonita proyección de la ciudad para los venideros añ;os.
Ante la innegable crisis política, económica y social que ha sufrido la «ciudad musical» en el último tiempo, las calles barquisimetanas son transitadas cada día por un gran número de ciudadanos que, sea en carro particular, transporte público o caminando, buscan un mejor porvenir para sus familias. Cada niñ;o, joven o adulto guarda una ilusión de crecimiento y de mayores oportunidades en la localidad.
«Esta es una ciudad bendecida, guardo esperanzas en que la realidad seguirá mejorando porque Dios no nos va a abandonar, pero eso sí, pido más amor por parte de los encargados de la política regional. Deseo que no dejen abandonar la ciudad, que se sigan recuperando espacios, promoviendo la cultura, brindando apoyo en los deportes y potencializando todas las cualidades que tiene un lugar tan hermoso como Barquisimeto», indicó