José Miguel Najul | LA PRENSA.- El sector comercial larense no escapó al embate de la crisis venezolana. A pesar de que las pérdidas económicas y los cierres operativos, entre esporádicos y permanentes, son incuantificables, el balance del 2016 sólo puede ser descrito con un color negro.
Rita Betancourt, presidenta regional de la Cámara de Comercio, ha asegurado que establecer dígitos claros se ha complicado por el acelerado deterioro del tejido privado, tanto en Lara como en el resto del país.
Según los últimos datos del 2016, unas 700 entidades privadas habían declarado el cese total de actividades hasta nuevo aviso a las autoridades de Fedecámaras y temen que con las últimas medidas y el comportamiento de la demanda en fin de año, el número pueda haberse incrementado exponencialmente. Betancourt apunta que “las medidas del Gobierno han sido nefastas” y que prácticas como la sustracción y nuevo ingreso del billete de mayor denominación del cono monetario venezolano desequilibraron las transacciones comerciales al generar una severa desconfianza en el mercado.
A pesar de lo que han señalado como un panorama oscuro, los miembros del sector privado larense insisten en que, si se toman las medidas económicas acertadas, el 2017 puede ser un año en el
que la gente puede comenzar a palpar un germen de prosperidad y beneficios.
Por eso, elevan un llamado al Gobierno nacional, a quien le piden que dejen a un lado las políticas de ataque en contra del sector privado y que por el contrario los incluyan en el proceso de toma de decisiones y asesoría.
Sin datos
La Cámara de Comercio ha asegurado que no cuenta con mayor información sobre el ingreso del nuevo cono monetario dentro del flujo financiero venezolano. Por ahora, lo que manejan es la información que el propio Gobierno nacional ha difundido públicamente: la extensión del uso de los billetes de 100 bolívares.