Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Mantener abiertas las santamarías al levantar el confinamiento en la pandemia no ha sido suficiente para la recuperación del sector comercial e industrial, cuyos representantes confirman que se han mantenido activos en los rubros de alimentos en 60%, farmacia y hasta productos de higiene por tratarse de los productos que se priorizan por necesidad y de acuerdo al poder adquisitivo del consumidor. Mientras las expectativas para el cierre de este primer trimestre de 2022, siguen dependiendo de la competencia con productos importados y la falta de financiamiento para este sector.
Las proyecciones siguen siendo fijas para mantener, incluso durante todo el año ese 27% de capacidad industrial que reveló del último trimestre de 2021 la encuesta de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria ). Un avance de 4%, en comparación con el trimestre anterior, pero que significaba una recuperación con niveles de 2018. Escala que viene a partir del descenso en 88% de la demanda de productos nacionales, 68% en competencia con productos importados y 65% de falta de financiamiento.
La queja impera en la competencia desleal con productos importados, sin cancelar impuestos ni aranceles. De allí, con precios más bajos en comparación con los criollos que tienen su estructura de costo de acuerdo a la producción.
«Se continúa trabajando con unas proyecciones que podrían mantenerse y se aprecia este arranque de 2022 con el mismo comportamiento», confirma Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio de Lara, al considerar esa demanda de 60 a 70% en alimentos entre abastos, supermercados y bodegones, además de cierta inclinación en restaurantes. Al identificar entre los artículos más solicitados de la importación, figuran leche, café y azúcar, luego siguen arroz y pasta.
También confirma la demanda al sector farmacéutico por la misma necesidad en plena pandemia y hasta en venta de neumáticos, con aquella existencia de cauchos de procedencia china que suelen ser más económicos.
Para Joel Segura, presidente de la Cámara de Industriales de Lara, los alimentos siguen en primera fila, así como los productos de higiene personal. Una ligera alza que evidencian en plástico ante la demanda de bolsas y cualquier otro tipo de empaques. También perciben el descenso en calzados y textil, con la presencia de más productos importados.
Ante la falta de financiamiento, considera que con descenso del consumo y sin la plataforma de apoyo bancario, a las empresas les cuesta tener sus planes de crecimiento y aumentar inventarios que abaraten los costos. De hecho, consideran que el autofinanciamiento puede superar el 50%, cuando hasta los comercios se ven afectados por la falta de flexibilidad en proveedores, quienes permitían la cancelación en un mes a 15 días, pero ahora sólo fijan un lapso a una semana y sin considerar el estatus de las ventas.
Se trata de un ambiente que apuesta a mantener ese ligero crecimiento, de un desarrollo nacional que aplica a Lara con un sector que trabaja a diario y debe bregar con las deficiencias en servicios públicos, que en materia eléctrica ha obligado a la autogeneración de energía y asegurándose con plantas a gasoil o gasolina. Además de sostener la esperanza en el restablecimiento en la distribución del combustible, considerada como alza en estructura de costos cuando la necesidad obliga a ubicar en las estaciones de precio dolarizado.