José Miguel Najul | LA PRENSA.- Luego de lo que pareciera el fracaso de la mesa de diálogo entre el Gobierno nacional y la oposición venezolana, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) está haciendo un ejercicio de introspección, en el que reconocen los errores cometidos durante el proceso.
Para Alexis Lamazares, dirigente regional de Alianza Bravo Pueblo (ABP) el mayor error fue haber desactivado la agenda de presión en la calle “porque es nuestro espacio legítimo de lucha popular, que debe mantenerse de manera permanente”.
“En ningún momento se debió pensar que la mesa de diálogo y las protestas eran acciones que se repelían la una a la otra”, expresó el dirigente de ABP.
Por su parte, Nolberto Herrera, de Primero Justicia, considera que hubo cierta ingenuidad por parte de la alianza opositora frente a la estrategia del Gobierno.
“Sin embargo, la MUD ha ido con las mejores intenciones para resolver los problemas de manera pacífica. De ahora en adelante, lo que pueda ocurrir en Venezuela es responsabilidad única del Gobierno nacional”, expresa Herrera.
Por su parte, Leonardo Torres, secretario ejecutivo regional de Copei, sostiene que las protestas de calle siguen latentes, de manera espontánea por la población, y que retomarlas tiene que ser un trabajo político arduo y consistente.
“La gente sigue manifestando por los problemas cotidianos que tiene. La idea es darles una direccionalidad adecuada”, expresa el líder social cristiano.
Cada organización política está pasando por una reflexión interna para fijar posturas propias en los próximos días.