Euseglimar González | LA PRENSA-. Yolibeth Figueroa viajó desde el municipio Urdaneta hasta el Saime, que está ubicado en El Ujano, para sacarle por primera vez la cédula a su hija. Cuenta que llegó a las 3:00 de la mañana, ella y su pequeña hija quedaron de número 20 en la cola, pero nada le garantizaba que pasarían temprano.
Bajo la lluvia o sol, dependiendo del clima, en la sede se evidencian las necesidades que deben pasar los niños a la espera de su turno para poder ser atendidos. Con calor, unos sentados en las aceras y otros desayunando, pero sentados en el piso de la entrada de la sede.
Es la escena que a diario se vive en El Ujano.A las 5:00 de la mañana comienzan a llegar más personas entre esos, los representantes que van con sus hijos a sacarle por primera vez la cédula o pasaporte, además de los que llegan con citas para renovar el pasaporte.
Ayer a las 7:30 comenzó a llover y los usuarios tuvieron que resguardarse bajo el techo de la entrada de la sede, aunque minutos más tarde llegó un militar y los sacó.“Un Guardia Nacional nos dijo que nos saliéramos a la calle, porque la cola es allá, no le importo que estuviese lloviendo”, apuntó María Belén Vásquez, quien iba a sacarle el pasaporte a sus hijos.
Luego de que cesó el agua, comenzó el calor y los mosquitos, más de mil usuarios permanecieron dentro de la sede, en el estacionamiento y en la calle. Los niños tienen que orinar detrás de los carros porque no hay baños en el Saime.
Cuando llueve los niños pasan más penurias si no cargan paraguas deben estar bajo un techo y muchas veces se mojan. Además las madres señalaron que no hay ni filtros para darles agua. Miriam Contreras tuvo que poner a orinar a su hijo de nueve años en el estacionamiento de la sede porque “no prestan el baño”.
Madres consultadas exigieron humanizar el servicio para los pequeños por el calvario que deben pasar durante las colas que en su mayoría son por más de seis horas. Entre los mecanismos que los representantes sugirieron es que el Saime realice operativos con más frecuencia para los niños que van a sacar el plástico por primera vez, mientras que otros mencionaron que se puede hacer desde las instituciones educativas y el proceso es más rápido.
Figueroa tuvo que esperar ocho horas para que a su hija le entregaran el plástico.