Osman Rojas | LA PRENSA.- Por cuarta vez en lo que va de año, un centro de salud en el estado Lara presentó problemas con la distribución de alimentos. Esta vez fue el Antonio María Pineda, la institución que vio cómo 96 pacientes de dos servicios especializados (traumatología y maternidad) se quedaban sin desayuno.
La génesis del problema estuvo en el retraso del camión encargado de suministrar la comida.
“La empresa no hizo la entrega a tiempo por las protestas de calle y cierre de vías. Al carro le costó pasar y los pacientes fueron los afectados con esta situación”, explicó el doctor Marcial Daza, director del Hospital Central.
Una fuente ligada a la cocina del centro médico contó que el déficit estuvo en las proteínas. “No había ni queso para darle a los pacientes”, dijo indignada la informante que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias.
La fuente detalló que el camión de comida llegó a eso de las 9:30 de la mañana, lo que a su vez retrasó el almuerzo de los enfermos. “Resolver la comida aquí es un martirio. Cuando hay algo en los anaqueles tenemos que estirarlo para que alcance y cuando nos pasan cosas como estas”, soltó con asombro la trabajadora.
Ayer los enfermos desayunaron sólo topocho. Algunos afortunados pudieron comer frutas como cambur, pero esto no llegó a todos los servicios, pues en el inventario no había para atender a los 600 enfermos hospitalizados.
Para esta semana, el personal del comedor quiere organizar una reunión con la directiva de la institución para ponerle punto y final a una situación que los ha perjudicado tres veces en los últimos 5 meses.
Además del Hospital Central, otros centros como el Luis Gómez López, el Hospital Pediátrico, el ambulatorio de Tamaca y el Hospital de Duaca han lidiado con el retraso en la entrega de comida. Todas estas instituciones son surtidas por empresas del gobierno regional.