El Guaro Mirón | La Prensa.- Contando los días como si se tratara del cumpleaños de un familiar, es como están los vecinos de la vereda 3 de Macías Mujica, pues tienen casi dos años aguantándose la inmundicia y la pudrición de las aguas negras en todo el medio de la calle.
La señora Yesenia Carrasco me contactó al teléfono, pues la dama tiene una bebé de tan sólo cuatro meses que en su corto tiempo de vida ya se le ha enfermado de diarrea, vómito y escabiosis como consecuencia de la exposición a las nauseabundas aguas.
Resulta que el cachimbo queda a pata ‘e mingo del cuarto donde duerme Yesenia, por lo que toda la familia tuvo que mudarse a un pequeño cuarto al fondo de la casa para huir de la peste.
Las otras diez familias que viven en esta vereda tienen las casas llenas de excremento, pues las aguas servidas se regresan por las tuberías y brotan como volcán por cualquier tubo u orificio.
“Guaro, me he cansado de escribirle al ingeniero José Briceño de Hidrolara, pero lo único que dicen es que no hay presupuesto”.
Confiesa Yesenia, quien teme que su bebé se siga enfermando por estar expuesta a las aguas negras. Vecinos piden a Pedro Sánchez que tome en cuenta su problema y envíe la cuadrilla.