El buscador web más utilizado en el mundo, Google está incorporando más inteligencia artificial a su motor de búsqueda, la cual permitirá hacer preguntas habladas sobre imágenes, y ocasionalmente, organizar toda una página de resultados, a pesar de que la tecnología ha ofrecido anteriormente información engañosa.
Los cambios informados el jueves anuncian el siguiente paso de la reconfiguración impulsada por la inteligencia artificial que Google puso en marcha a mediados de mayo, cuando comenzó a responder algunas consultas con un resumen escrito por la tecnología al inicio de su influyente página de resultados. Este resumen, llamado «Visión general creada por IA», provocó temores entre los editores de que hubiera menos personas que hicieran clic hacia sus sitios en los enlaces de búsqueda y que redujera el tráfico necesario para vender anuncios digitales, los cuales contribuyen a financiar sus operaciones.
Google aborda parte de esas preocupaciones insertando aún más enlaces a otros sitios web dentro de las visiones generales creadas por IA, que ya han reducido las visitas a empresas de noticias generales como The New York Times y especialistas en reseñas tecnológicas como TomsGuide.com, de acuerdo con un análisis publicado el mes pasado por BrightEdge, empresa especializada en el tráfico de búsquedas.
Google avanza en tecnología
Pero la decisión de Google de incorporar aún más IA en el motor de búsqueda, que sigue siendo la joya de la corona de su imperio de 2 billones de dólares, deja pocas dudas de que la empresa de Mountain View, California, está enlazando su futuro a una tecnología que impulsa el más grande cambio en la industria desde que Apple presentó el primer iPhone hace 17 años.
La siguiente fase de la evolución de IA de Google se basa en su función Lens, de siete años de antigüedad, que procesa consultas sobre los objetos en una imagen. Actualmente, la opción Lens genera más de 20.000 millones de consultas al mes, y es particularmente popular entre los usuarios de 18 a 24 años. Este es un grupo demográfico joven que Google trata de cultivar mientras enfrenta la competencia de alternativas de IA impulsadas por ChatGPT y Perplexity, que están posicionándose como motores de respuestas.