LA PRENSA.- El 9 de noviembre de 1989 se le puso fin al muro que dividió la capital alemana desde 1961. Tras la Segunda Guerra Mundial, en plena guerra fría, se erigió un símbolo de la diferencia entre dos culturas, el Muro de Berlín. Durante 27 años las familias fueron separadas por dos bloque ideológicos: uno occidental, capitalista; el otro oriental comunista.
En esos 28 años cientos de personas murieron intentando cruzar a la zona occidental, miles de familias se vieron separadas, hubo cientos de detenidos y miles de guardias fronterizos velaron porque nadie pasara al otro lado.
Su construcción costó unos 16.155.000 marcos de la Alemania Oriental. La frontera, estaba protegida por una valla de tela metálica, cables de alarma, trincheras contra los vehículos rodados, una cerca de alambre de púas, 30 bunkers y más de 300 torres de vigilancia.
La caída del Muro de Berlín fue el primer paso hacia la unificación de las dos alemanias, que tuvo lugar el 3 de octubre de 1990. Posteriormente, el 20 de junio de 1991 Berlín se convertiría oficialmente en la nueva capital de la Alemania unificada.
Actualmente los restos del muro, de la represión y de la Guerra Fría son una de las mayores atracciones turísticas de Alemania.