La obesidad y la falta de actividad física son los principales detonantes para tener una insuficiencia venosa
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA. – El estilo de vida puede ocasionar enfermedades venosas, teniendo entre los factores más comunes la obesidad y sedentarismo, así lo recalca la angióloga, María Daniela Plaza, sin desestimar la insuficiencia causada por las várices y úlceras venosas y por complicaciones de edemas o coagulación que generen trombosis y muerte por paro respiratorio.& ;
Señala que ese mensaje prevaleció durante la Semana de la Vena, la cual inició en abril con jornadas médicas para hacer entender que la insuficiencia venosa trasciende de la incomodidad estética por várices o arañas vasculares, consideradas como exceso de «vasitos». Se ignora que entre las principales consecuencias de este tipo de afecciones es el trayecto venoso colapsado, se dilata con la sangre buscando vías alternas y aumentando el volumen con edemas. Se puede estar ante una complicación cardíaca con secuelas renales y de tiroides.
Según la especialista Plaza, el origen suele ser congénito y la obesidad y falta de actividad física son los principales detonantes para tener una insuficiencia venosa o dilatación. Entre las principales secuelas del covid-19 está la inflamación del sistema circulatorio y problemas de coagulación, trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar.
Recomienda la valoración cardiovascular anual y el control más cercano en caso de diagnóstico, uso de medias de baja compresión que ayudan en la circulación sanguínea indicadas por especialistas a quienes trabajan durante largo tiempo parado o sentado y considerar que las mismas tienen tiempo de vencimiento.