Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- Con mantequilla, queso, ensalada, carne, pollo o sin nada la arepa es el alimento más noble y deseado de todo venezolano. Presente en cada mesa, bien sea de acompañante, principal o de «ñapa». Su importancia es tal, que algunos decidieron dedicarle un día entero como tributo, pues desde el 2013 se escogió cada segundo sábado del mes de septiembre como el Día Mundial de la Arepa.
Y es que según los venezolanos, la arepa «queda con todo». Bien sea con una tradicional sopa llanera o con el delicioso pabellón criollo. En las calles, los venezolanos la describen como «primordial», «infaltable», «alegría» e incluso como «regalo del cielo», que sin muchos rodeos puede interpretarse en una palabra como: Venezuela.
En los hogares, esta se come al menos una vez al día, bien sea de maíz precocido o aquella hecha con mayor esfuerzo de las abuelas que procesan ellas mismas el maíz e incluso la yuca. Algunos la consideran como un alimento «nutritivo», pues aseguran que los llena de energía» para enfrentar el día a día. «La arepa llena y alegra a la gente», soltó de forma jocosa José Atencio, quien asegura que puede degustarse una arepa en la mañana, tarde y noche, pues este es su plato preferido.
¿Es colombiana o venezolana?
La arepa es degustada desde tiempos prehispánicos y evidencia la riqueza agrícola del país, aprovechando las bondades y la abundancia del maíz. Las tribus indígenas tomaban varios tipos de granos para asar, algunos ayudándose con instrumentos como el pilón, darle forma circular y cocinarlas en una especie de plancha levemente curva, fabricada en barro que utilizaban para la cocción. Se cree que el nombre vino del vocablo indígena «erepa», que los Cumanagotos, tribu de los Caribes que habitaba la región noreste de Venezuela, utilizaron para nombrar el maíz. Pero no fueron los únicos en consumirlas, pues los pueblos pertenecientes a lo que hoy se conoce como Colombia, también disfrutaron de este alimento. De allí la incógnita sobre el origen de la arepa.
Lo cierto es que desde la época precolombina hasta nuestros días conservamos algunas de las tradiciones que develan la riqueza cultural y gastronómica arraigada a las tradiciones, como evidencia se conserva uno que otro pilón, lo que llamamos «budare» y la receta tan exacta para elaborar la masa, y la tortilla. Países latinoamericanos han aceptado este plato con mucho entusiasmo disfrutando de los rellenos más sencillos, como el queso y jamón hasta los más exóticos, como la carne mechada con tajadas (plátano) y caraotas.
¿Cómo inicia la celebración?
Fue por iniciativa de la organización «Venezolanos en el Mundo», quienes quisieron rendir homenaje a la más grande embajadora culinaria, a fin de celebrar el intercambio cultural decidieron celebrar cada segundo sábado de septiembre el Día Mundial de la Arepa. La migración llevó a este platillo a los distintos paladares en todos los rincones del mundo, desde Japón hasta Nueva York. Está presente en países, como Alemania, Suecia, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Chile, Canadá, España y Brasil, y cada día se abre una nueva arepera.
En este día, en muchos países se organizan festivales de la arepa con degustaciones, donde están presentes los más variados sabores con nombres sorprendentes y divertidos, como la aristocrática «reina pepiada» hasta la desenfrenada «pelúa».
Por cada región y por cada familia existe una fórmula para elaborar la arepa, que es muy popular hoy en día y considerada como un ícono muy representativo de la gastronomía y cultura venezolana y colombiana.