Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Por muy momentáneo que sea el síndrome de la vagina muerta, es una preocupación para las chicas. Pueden estimularse, pero sin los excesos ni el condicionamiento a reaccionar solo a la velocidad de los vibradores
Se acaricia los senos en un recorrido circular y los aprieta más fuerte, mientras su vagina vibra con un juguete sexual. Cierra los ojos, mientras su respiración es cada vez más agitada. Ella disfruta ese instante de masturbación o antesala a la relación sexual, pero se preocupa que luego del orgasmo, sus labios y demás partes queden adormecidos. No reacciona de inmediato, sin saber que la causa del impedimento es el síndrome de la vagina muerta. Un efecto temporal en algunas mujeres que acuden a los vibradores en exceso.
La ginecóloga Rhona Palacios explica esta disminución temporal de sensibilidad genital, posterior al uso de vibradores. Un riesgo en algunas mujeres que se estimulan intensamente y muy seguido. Al no ser moderado, suele adormecer clítoris, labios y demás áreas de la vagina. Suele pasar que se reactiven las funciones luego de una hora de descanso.
Todas desean el orgasmo, estremecerse en cuestión de segundos con esas contracciones rítmicas de los músculos de la vagina y mientras más fuerte, es mejor. Una responsabilidad de cada persona y debemos aprender a tenerlo. No limitarnos y ?mucho menos- martirizarnos, porque de no poder llegar se tiende a culpar a la pareja. Una frustración al ignorar que se debe trabajar para alcanzar el clímax.
Entregarse a plenitud
Debemos fantasear y vivirlo entre dos. Explorar nuestro cuerpo y así reconocer nuestras zonas erógenas, aquellas de mayor placer. Es abandonar el mundo exterior y ser egoísta para el disfrute a plenitud. Nada puede dañarte ese momento. Fantasear en toda la geografía corporal y llenarse de esas palabras al oído, respiración alterada, besos suaves y prolongados, caricias, sexo oral y demás aportes del acompañante. Algo que un vibrador no lo sustituye.
Palacios también recuerda lo importante de comunicarse en pareja y allí el empoderamiento de la mujer. Responsable de su orgasmo y de sentirse bien. Es comunicarse con su pareja, para conocer sus exigencias y hasta proponer: «Me gusta por acá», «Hazlo de esta manera», Juguemos con esto», entre otras indicaciones que permiten conocerse mejor en la intimidad. Los juguetes sexuales pueden ser un gran complemento para salir de la rutina, pero sin limitarse a funcionar con dicha estimulación inicial.
El estrés es otro factor de riesgo que puede contribuir a distanciar el deseo. El cansancio, preocupación o fatiga deben dejarse fuera, antes de dañar el momento. Allí es donde el cerebro entra en juego, como un estado vital para fluir la excitación y así más pronto llegar al orgasmo. La mente es esencial al condicionarse a la estimulación intensa del vibrador y conllevar a solo responder ante dichas reacciones.
Dra. Palacios, Unidad Quirúrgica Los Leones, planta baja.