Los hermanos Louis, Iosaf y Oliver Flynn, de 16, 14 y 18 años respectivamente, han creado un cortometraje elaborado con Legos acerca de la vida del joven católico italiano Carlo Acutis. Justamente, el primer santo millennial ha recibido el día de hoy la fecha oficial de su canonización, que será el 7 de septiembre, siendo la primera ceremonia de este tipo presidida por el papa León XIV.
Fue la vida de este próximo santo, que falleció a los 15 años por leucemia y es conocido por documentar milagros eucarísticos en una página web, lo que inspiró a los adolescentes irlandeses a llevar su admiración más allá y hacer una creación audiovisual que dé a conocer su historia. Se llama «La increíble vida de Carlo Acutis«, y esta publicada en inglés en el canal de YouTube «Fiontar Floinn«.


Desde hace 10 años que estos hermanos se han dedicado a hacer películas cortas animadas con legos, utilizando una iPad mini. Mientras que el pequeño Iosaf dedica su creatividad a la construcción de los escenarios y a hacer la narración, los dos mayores, Louis y Oliver, ponen a disposición sus talentos para la animación y grabación.
Carlo Acutis: un próximo santo que ha inspirado a millones de jóvenes en la actualidad
Louis explicó en una entrevista con CNA acerca de Carlo Acutis que “Nos inspiró muchísimo. Es algo sin precedentes, obviamente, que lo vayan a canonizar. Era muy único, en el sentido de que nos resultaba muy cercano”. Asimismo, relató que durante la producción tuvieron muchos problemas, pero pedir por la intercesión de este joven milenial fue lo que los ayudó a continuar.


Aunque la producción tomó mucho tiempo y esfuerzo, se sienten satisfechos con los resultados y lo toman como una experiencia de discernimiento y aprendizaje. “Creo que es muy inspirador. Su fe, su edad, el hecho de que tuviera interés en difundir buenas noticias usando la tecnología. Hoy en día, mucha tecnología no se usa bien, y Carlo entendía exactamente para qué la había creado Dios y todo el bien que podía generar”, aseguró el adolescente irlandés.
Otra de las cosas que destacaron los hermanos es que veían en Carlo Acutis una vida que resonaba con las suyas, la historia de un joven cuyos pasatiempos eran lo de un adolescente común, pero que mantenía una cercanía muy profunda con Dios. Esto les dejó, entre tantas enseñanzas, un nuevo compromiso: “Definitivamente, en el último año me he comprometido a ir a Misa todos los días como mínimo. No me exige demasiada disciplina, pero significa una oración personal diaria a Dios, lo cual es una gran bendición”.