LA PRENSA de Lara | Agencias.- Las cifras dejan sin aliento. Más de 16.000 contagios en España por coronavirus, casi 7.000 personas ingresadas, de ellas cerca de 1.000 en la UCI. 1.640 muertes. Estos desalentadores datos los conoce de primera mano la doctora Marta Ripoll (39 años). Son de la región de Lombardía.
Oriunda de un pueblo del Urgell, esta catalana lleva ocho años viviendo en Milán. Las últimas semanas se las ha pasado en las urgencias de un hospital de la periferia de la capital lombarda, donde trabaja, luchando en primera línea contra el coronavirus. Al final, el Covid-19 ha conseguido infectarla, pero ni mucho menos derrotarla.
¿Cómo gestionó la noticia de saber que estaba contagiada por coronavirus?
Lo llevé bastante bien porque me lo esperaba. Sabía que había estado en contacto con gente que a posteriori dio positivo. Era sólo cuestión de tiempo. El hecho de que se me complicara con una neumonía lo he vivido con más angustia, porque viendo la evolución que hacen estas neumonías, que pueden llegar a ser muy graves, pues eso no te deja demasiado tranquila.
¿Qué es lo que lleva peor?
No poder trabajar con mis compañeros. No poder estar en primera línea es algo que llevo muy mal. Quien me conoce sabe que en 10 años he trabajado casi todos los días. Hacen falta manos, pero las mías ahora mismo no pueden estar ahí. Tengo que cuidarme. Pero si no puedo ayudar con mis manos, lo hago con mi cabeza. Sigo alertando a la población para que la situación se resuelva lo antes posible.
¿Cree que la situación en España puede llegar a parecerse a la de Italia?
Hace días que hablo con amigos, también con mis padres. Hablando con ellos me di cuenta de que en España, hasta hace bien poco, no se entendía la gravedad de la situación. Empecé a enviar información: imágenes de radiografías de pulmón, número de casos que teníamos en urgencias… todo ello para ponerles al corriente y alertarlos. Al final decidí colgar un post en Facebook porque no podía llegar a todo el mundo de manera individual. Mis padres y mis amigos están en España, y no quiero que vivan lo mismo que está ocurriendo en Italia.
¿Y qué consejos daría a la población española?
Que se quede en casa. Esta enfermedad no es como una gripe, provoca neumonías muy graves, y no sólo se muere la gente mayor, paralelamente hay gente joven intubada con necesidad de altas concentraciones de oxígeno. Que no dejen los niños con los abuelos, son la gente más frágil. No vayáis al parque, quedaros en casa, esta tiene que ser la norma para evitar el máximo de contagios. Cuantos menos contagios haya, menos personas enfermaran, y si menos personas enferman, mejor podrá resolver la situación el sistema sanitario.
Llegan comentarios de personas que están en Italia, en primera línea, que explican que en Lombardía se está llevando a cabo un cribaje agresivo de los enfermos por el colapso de los hospitales. O sea, que si llega un paciente con coronavirus de 80 años no se le da prioridad…
Esta es una cuestión muy delicada y compleja. Con independencia de la situación actual, cuando llega un paciente a urgencias, antes de decidir que es una persona que se puede beneficiar de una terapia intensiva, pues nos lo planteamos mucho. Una persona con 80/85 años, con problemas previos de salud, difícilmente, incluso en otras situaciones, con otro tipo de neumonía, puede hacer una terapia intensiva de la cual obtener beneficio. Y no ahora por el Covid-19, sino siempre. En todos los lugares se hace así.¿En qué situación están los hospitales italianos de las zonas más afectadas?
Están completamente colapsados, sobre todo los de la zonas más afectadas como Lodi, Cremona y Bérgamo. Ayer conocimos la noticia que en Bérgamo ya no hay más plazas en las UCI y que los pacientes tienen que ser desviados a otros centros. Y eso que Lombardía tiene uno de los sistemas sanitarios mayores de Europa: hay muchas plazas de UCI, muchas camas, pero se están empezando a agotar.
¿Cómo se encuentra usted?
Bastante bien ahora mismo. Un poco cansada, con algo de tos. Al principio parecía como si estuviera incubando una gripe, sin fiebre demasiado alta. De hecho, hasta el día antes de saber que tenía una neumonía, había tenido solo febrícula. Por suerte, sólo he estado tres días ingresada. Ni tan sólo he necesitado que me trataran con la terapia antiviral porque, por suerte, mi cuerpo ha respondido bien, con lo que sólo me han tenido en observación para que no tuviera dificultades para respirar.
¿Cómo han reaccionado los italianos a esta pandemia?
La gente al principio no se la tomaba en serio, parecido a lo que puede pasar en España ahora. Continuaba saliendo a la calle, haciendo vida normal. Pero a medida que los casos han ido aumentando, se han ido asustando. Han empezado a concienciarse de que si no colaboran y permanecen en casa, lo contagios no disminuirán, con lo que será un desastre. Todo el mundo empieza a tener parientes, amigos, que tienen el virus, que están ingresados o incluso que han muerto. Y es que 1.640 muertos en 26 días en una sola región pone los pelos de punta. Por eso nos tenemos que quedar en casa.
¿Cree que trabajan con los medios de protección adecuados para garantizar su seguridad?
Por suerte, sí. Al principio, nadie se esperaba que pudiera ocurrir algo así.
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