Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- Al menos 130 familias del sector I y II de Cerritos Blancos, al oeste de Barquisimeto cumplen 2 semanas sin electricidad, luego de una explosión de un transformador el pasado 13 de septiembre
Son niños, adultos mayores, personas con discapacidad y pacientes diabéticos los más afectados, hasta las labores diarias se vuelven una odisea. Se les dañan los alimentos, los artefactos electrodomésticos, no pueden dormir por el calor y tienen que pedir la ayuda de otros vecinos para poder nebulizarse, cargar su celular y hasta para cocinar.
«Impotente», así se siente Mariluz Gómez, una vecina del sector, ya que no es la primera vez que se les presenta esta problemática con el transformador, pues en el pasado mes de noviembre del 2020 les ocurrió lo mismo, lo que llevó a que los mismos habitantes se organizaran para llevar una carta ante la gobernación y alcaldía, quienes le otorgaron el transformador tres meses después.
Según un estudio que Corpoelec hizo en el sector, estas explosiones fueron debido a una sobrecarga de electricidad y determinaron que para solventar la sobrecarga era necesario reemplazar el transformador e incorporar tres más para equilibrar la demanda de electricidad, sin embargo, Gómez afirma que Corpoelec les dijo que «no cuentan con los recursos para solucionar».
Ya han pasado dos semanas desde que nuevamente el sector quedara sin electricidad por segunda vez, Jesús Castellanos, un adulto mayor discapacitado se lamenta diariamente ante la falta del servicio, pues es diabético y por un procedimiento médico le amputaron una de sus piernas, asegura que es difícil para él el hecho de bañarse, comer e incluso se queja por el calor atosigaste y mas porque no tiene con que entretenerse.
«Muchos están durmiendo en el patio de su casa, porque no aguantan el calor, yo por lo menos tengo que salir a comprar comida todos los días para que no se me dañe, y comprar cavas con hielo para tomar agua o hacer jugo» dijo Gómez preocupada.
Pero ante esto, han visto la solidaridad de sus otros vecinos que les han prestado abrigo para solventar una que otra cosita, y han hablado para que les llegue gas más seguido, pues muchos cocinaban con electricidad.