Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- «Ellos le quieren pisotear la cara a uno». Cargada de impotencia y con los ojos húmedos, la señora Felicia Meléndez denuncia la «injusticia», de la cual afirma ha sido víctima ella y otros siete productores agrícolas de la comunidad Antonio Ricaurte parte baja, del sector Lomas de León, al suroeste de Barquisimeto.
Según denuncian las personas que tienen al menos 15 años trabajando la tierra en el sector, desde hace un tiempo el consejo comunal, que responde al mismo nombre de la comunidad, presuntamente, les impuso que debían ceder el 50% de su producción para colocarla al servicio de todos los vecinos.
La situación generó indignación entre la gente que cosecha alimentos como cacao, caraotas, maíz, yuca, aguacate, mangos, auyama, lechosa y caña de azúcar, pues alegan que los mismos son sembrados con dinero de su bolsillo, al igual que las herramientas, insecticidas y fertilizantes que utilizan para mantenerlas en buen estado.
«Ellos no nos dan nada, no nos apoyan de ninguna manera. Ahora pretenden que nosotros trabajemos para regalarles la mitad de nuestro esfuerzo», comenta Ulises Alcón, quien ha sido la persona que más se ha visto afectada.
Ulises lleva cinco años dedicado a la siembra. Su día comienza a las 6:00 de la mañana y termina a las 2:00 de la madrugada del día siguiente. Asegura que el motivo que lo hace salir a esforzarse y dejar el alma en el campo es su familia conformada por su esposa, su hija de dos años y otros dos niños, cuyos padres fallecieron y quedaron bajo su cuidado.
Hace un tiempo, en el terreno donde labora estaba un señor que por diversas razones emigró, dejando parte de una estructura que Ulises decidió terminar de construir para darle un techo a su familia y además tener la oportunidad de mantener vigilada la cosecha, ya que los robos se han convertido en todo un dolor de cabeza.
Sin embargo, cuando sus planes iban «viento en popa» se los truncaron. El hombre denuncia que un grupo de personas, a quienes identifica como Carlos Apóstol, Nohemí López, Cirilo Mendoza, María Ure y Mirthas Paradas, presuntamente, se presentaron en su terreno el pasado miércoles 14 de julio y comenzaron a derribar muros de la estructura, alegando que no podía construir en ese lugar, pues se trataba de un terreno que estaba bajo el poder de ellos como consejo comunal.
Un par de días después, la señora Gladys Medina, también productora, vivió una situación similar. Denuncia que las mismas personas llegaron hasta su vivienda y la amenazaron con derribar su ranchito si no retiraba sus siembras de cacao por, supuestamente, estar muy cerca del tubo matriz que lleva agua hasta cada uno de los hogares.
Los productores afirman que esa es su única fuente de ingreso.
El hecho dio paso a una disputa entre la comunidad y los miembros del consejo comunal. Algunos vecinos se trasladaron hasta el Instituto Nacional de Tierras Urbanas (INTU), para recibir asesorías. Allí les dijeron que dichas tierras no pertenecen a nadie, pues se trata de terrenos ejidos y por tal motivo el consejo comunal no tiene porqué tomar tales medidas.
Medina explica que a la comunidad le conviene que dichos terrenos sean habitados, pues en años anteriores se prestaban como guarida para delincuentes que escondían lo que robaban entre el monte.
«Acá el consejo comunal hace lo que quiere desde hace siete años. Si dices algo que no les guste te quitan los beneficios y además se eligen ellos mismos, porque ni siquiera dejan que la comunidad postule nuevos candidatos», dijo sin titubeos la señora Álida Aguirre.
Las personas aseguran que los miembros que conforman el actual consejo comunal sólo se han abocado a ofrecer el beneficio de las bolsas CLAP, el cual consideran que no es suficiente para gozar de una buena alimentación.
«La harina parece arena, el arroz no sirve y los frijoles chinos que meten son comida para puercos», soltó con molestia la señora Beatriz Morillo.
Los vecinos le hacen un llamado a las autoridades de Lara para que les presten atención a la situación, al considerar que se trata de una injusticia que no puede pasar por debajo de la mesa.
Consejo comunal se defiende
Desde el Consejo Comunal Antonio Ricaurte parte baja, desmintieron los señalamientos hechos por parte de la comunidad Lomas de León.
Nohemy López, miembro del consejo comunal, aseguró que el inconveniente se presentó luego de que uno de los productores decidiera levantar una vivienda en el sitio, acción que no pueden permitir por tratarse de una zona de producción. «Si le permitimos a alguien que invada, debemos hacer lo mismo con el resto de las personas que quieran levantar una casa en ese lugar», dijo López. Además, negó haber derribado la estructura levantada por uno de los productores, pues según explica desde hace un tiempo había sido derribado por ser un «punto clave para la delincuencia».
«Sólo le tumbamos una cerca», dijo mientras aseguraba que no se está imponiendo la donación del 50% de la producción, sino que es un planteamiento que debe ir a discusión con los productores para evaluar la posibilidad de que los insumos sean ofrecidos a un precio accesible.