María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Un colapso de las tuberías de aguas negras tiene afectados al menos a seis comercios de la avenida Libertador, sector Bararida, frente a La Botella.
Los comerciantes y sus trabajadores aseguran que el olor es putrefacto y en horas del mediodía cuando el sol esta fuerte se torna insoportable. Irama Castro, quien trabaja por la zona, explicó que ya suman unos seis meses desde que empezó el colapso y hasta la fecha sigue igual.
«Comenzó un poquito, pero con el pasar de los meses el agua que corre es más y se empoza en todo el frente de los negocios», dijo Castro. Agregó que no solo le molesta a ellos como trabajadores, sino que a eso se le suma las quejas de los clientes porque no soportan el mal olor de las aguas negras, además que estacionar sus carros representa que también se impregnen.
Aseguran que tuvieron que comprar guantes para trabajar «porque son cauchos y los trabajadores tienen contacto directo con el agua de la cloaca porque para entrar al negocio se encuentran con el desborde», recalcó Castro, pero a eso se le suma que algunos ya han presentado salpullidos en el cuerpo y temen que sea una infección en la piel a causa de la misma contaminación.
El agua negra se desborda durante las 24 horas del día, trabajadores presumen que sean cloacas que vienen de unos edificios y exigen a Hidrolara la reparación porque los esta afectando a todos.