Guaro Mirón | LA PRENSA DE LARA.- Mis panas de El Jebe, al norte de Barquisimeto no pegan una. Y es que para nadie es un secreto que las calles de este populoso sector se han convertido en cráteres lunares, a causa de la falta de atención por parte de los entes competentes. Pero ahora todo pasó de Guatemala a Guatepeor, con la aparición de un pocotón de botes de aguas negras que llegaron para martirizar a los vecinos.
Hace poco me conseguí a mi buena amiga Sonia Torrealba, quien me comentó que la abundancia de botes de aguas los mantienen preocupados y los amenaza con dejarlos sin transporte público. Y es que todas las troneras no pueden ser reparadas si Hidrolara no se pone manos a la obra y termina de arreglar los daños en las tuberías.
«Guaro, hace años nos quedamos sin transporte público. Nos tocó caminar mucho y ahora que volvieron a activarse las busetas, lo más probable es que dejen de pasearse por aquí porque con tantos huecos van es a perder los cauchos«, soltó Sonia.
Y es que aunque en temporada de campaña, el mandamás de Iribarren, Luis Jonás Reyes, prometió renovar todo el asfaltado de la comunidad, todo parece haber quedado en simples palabrerías, porque no se han movido para nada.
Según me chismearon, en agosto fue aprobada la obra. Pero tal parece que todo quedó en un alegrón de tísico que hasta el sol de hoy no han terminado de ver consolidado.
Yo lo que creo es que el alcalde no quiere comenzar a asfaltar hasta que Hidrolara se dé una pasadita por esos lados, para luego tapar cada una de las troneras que están acabando con los vehículos.
La pobre gente ya ni recuerda cuándo fue la última vez que pusieron por lo menos unos parches en la vía. ¡Na’ guará!, están en completo abandono. Ya va siendo hora de que se aboquen en brindar una solución para toda la roncha que está pasando esa pobre gente.
Ya no es sólo el río de aguas blancas y negras que se mezclan sobre el pavimento, sino que esa misma corriente es la que se está encargando de acabar con la poquita concha de pavimento que queda.
El llamado es a las autoridades para que dejen las promesas y brinden soluciones.