Leidi Reyes | LA PRENSA DE LARA.- La avenida principal de la Argimiro Bracamomte, en el Cují, está totalmente desborda de cloacas. Más de seis comunidades, que conectan con la calle, se ven afectadas por los fuertes olores y por las enfermedades que ocasiona la contaminación.
Dalia Querales, de oficio comerciante, para permanecer en la fachada de su casa debe colocar un pañuelo sobre su nariz para evitar el nauseabundo olor de las cloacas. Frente a su hogar está el principal desbordamiento.
«Todos los días me da dolor de cabeza, hemos tenido enfermedades respiratorias y de la piel como escabiosis. Cuando llueve, esa agua se mete a la casa por la puerta principal y por los inodoros«, detalla.
Joseph Smith, miembro del sector La Rosa, especifica que más de seis comunidades son las afectadas por el colapso y alerta que pueden estar en riesgo de contraer enfermedades como la hepatitis.
Smith agrega que hay carros que caen en los huecos llenos de aguas negras. «Hay unos huecos con seis metros de profundidad, semanalmente caen dos o tres carros. La semana pasada una grúa sacó a uno que cayó, es un peligro enorme por el contacto con las aguas residuales«.
Leonardo Pérez, habitante de la urbanización Luis Beltrán Prieto Figueroa, enfatiza que ningún ente gubernamental ha solucionado el problema y revela que más de 500 casas del sector La Rosa tienen proliferación de zancudos, cucarachas y ratones.
«Mi residencia queda a unos 200 kilómetros de acá pero es un problema de todos al ser la calle principal. Nadie está pendiente de esto, solo cuando hay elecciones vienen a prometer cosas que después no cumplen, es necesario tener respuestas porque es una condición crítica«, señala.