Rafael Piña | LA PRENSA de Lara – Olores piches, nubes de zancudos y ríos de cucarachas es lo que invade la vivienda de la señora Ismenia de Silva quien es una de las personas afectadas por el desbordamiento de una cloaca desde hace tres meses en la carrera 34 entre calles 29 y 30 del barrio El Malecón, donde 26 familias están cansadas de vivir en la zozobra de la indiferencia por parte de Hidrolara.
Silva comentó que las cloacas tienen más de 60 años y ya están totalmente colapsadas. «Hace tres meses al frente de mi casa comenzó la cloaca a desbordarse y de allí inició nuestro calvario», señaló. La comunidad denunció la problemática de la cloaca a la hidrológica del estado pero no tenían mayores esperanzas porque a escasos metros desde hace un año se están botando muchos litros de agua potable producto de una tubería rota, dejando a calles aledañas sin el vital líquido.
Según denuncian los vecinos de la zona, el agua cloacal se une al agua potable y por lo grifos de las casas sale agua putrefacta.
El caso del señor Néstor Bracho es preocupante, él vive junto a su esposa e hijos. La semana pasada mientras se bañaba para ir a su trabajo, quedó horrorizado cuando cada gota de agua que caía sobre su cuerpo olía mal. «Salí corriendo indignado por tantos problemas que padecemos, sino es la luz, es el agua, sino las cloacas, sino el transporte. Es insoportable vivir en condiciones inhumanas», dijo Bracho.
Clara Lucena, es una de las voceras de la comunidad que desde hace un año está luchando por la reparación del bote de agua y ahora con la cloaca y las veces que ha ido a Hidrolara a colocar el reporte del problema, la respuesta de los trabajadores del ente encargado es «Tenemos prioridades», dejando a la deriva al barrio El Malecón y muchas comunidades de la ciudad que presentan las mismas problemáticas.
Además, la señora Lucena tiene hijos pequeños quienes utilizaban la calle como lugar de esparcimiento para pasear en bicicleta o jugar una partida de fútbol pero ante la unión del desborde de la cloaca y el bote de agua la calle ha quedado sola a la espera de la ayuda.
Vecinos le hacen un llamado a la gobernadora Carmen Meléndez para que interceda y solucione el problema porque los directivos de Hidrolara no están realizando los trabajos necesarios para reparar las cloacas y botes de agua. Además temen que con la unión de ambas aguas se genere una epidemia o enfermedades de piel o respiratorias sobretodo en niños y ancianos, que son los más vulnerables.
Síguenos en nuestras redes sociales como @laprensalara. Estamos en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube.