Osman Rojas | LA PRENSA DE LARA.– El nombre de Josmar Cordero está grabado con fuego en la memoria de los fanáticos de los Cardenales de Lara. Su imparable en el octavo innings para igual a dos carreras el séptimo juego de la final contra Caribes de Anzoátegui forma parte del museo histórico de recuerdos para la afición cardenalera. Nacido y criado en Barquisimeto, Cordero forma parte de esa generación de relevo que viene pidiendo paso. Esa que quiere salir al mundo a mostrar su talento y que, por diversas circunstancias no ha podido.
Cordero no forma parte de ninguna organización en los Estados Unidos; sin embargo, el buen desempeño que tuvo la temporada pasada con Cardenales de Lara le hizo merecedor de un contrato en el béisbol italiano. Para allá iba cuando la pandemia del coronavirus lo frenó y evitó su viaje al continente europeo.
«A principios de marzo fui y arreglé los papeles para viajar. Saqué la visa que me pedían y estaba todo listo para irme a jugar en la Serie A del béisbol italiano pero, de repente todo se cayó. Cerraron los aeropuertos y no pude viajar», dice.
El criollo reconoce que este ha sido un proceso traumático. Lo lógico es que un pelotero no pare de jugar para poder mantener el ritmo. «Estoy entrenando por mi cuenta pero no es lo mismo. Tenía muchas ganas de salir y mostrarme pero la pandemia no lo ha permitido», dice.
El jugador larense se define como una persona con mentalidad fuerte y asegura estar listo para los retos que vengan. «Sé que tengo las puertas abiertas para ir a Italia cuando todo esto pase. Por ahora toca entrenar duro y ver qué pasa», dice.
Cordero se muestra optimista con el futuro y asegura que sí habrá béisbol en Venezuela este año. «Serán dos grupos jugando en tres sedes. Aún no sabemos cuándo iniciará pero sí se jugará pelota», asegura.