LA PRENSA DE LARA.- TEMA caliente, sin dudas. La elección del MVP de la Liga Americana ha generado polémicas interesantes sobre los dos candidatos con mayores méritos para el codiciado lauro. Alrededor de este premio se tejen controversias, sobre todo al referirse al significado de más valioso, lo que para muchos implica estar en un club de figuración primaria en el torneo respectivo. Tener una actuación destacada que haya impulsado al colectivo hasta la postemporada, por ejemplo. Otros creen que se trata de premiar una actuación individual que no debe guardar relación con el desempeñ;o del equipo al cabo de la campañ;a correspondiente… LA bilocación de Shohei Ohtani como pitcher y designado, en ambos casos con gran relevancia, le concede un privilegio a toda luz esencial y desde hace un añ;o inesperado en el galardón. Sus estadísticas son dos puntas de lanza muy filosas que destacan por encima de todo rival. Como pitcher puede ganar votos para el «Cy Young» con su espléndido trabajo de 14-8, ERA de 2.47 y 153 ponches en 203 episodios, coronando con un whip de 1.07. Miremos ahora al japonés bateador: .273, 34HR, 93 con la grúa, .889 de OPS guarismos que exponen su categoría como paleador. Ya sabemos que si juntamos ambas estadísticas nos encontramos con un fenómeno que solo tiene un antecedente vibrante, nada menos que en la figura de Babe Ruth. Lo lamentable es que todos esos aportes van hacia una escuadra que anda deambulando a treinta juegos de la punta en el oeste americanista. Sobran los motivos para votar por él. Como MVP y como individuo de facultades inéditas e inimitables en la actualidad.
EL otro candidato es la noticia del día en Grandes Ligas. Este portento llamado Aaron Judge colma los titulares de cada fecha, golpeando o fallando. Tiene en su poder dos gemas de la triple corona y anda en ardua lid por la tercera, la de los promedios. Batear para récord jonronero y liderar los averages son propiedad de casta escasa. La ventaja en cuadrangulares y empujadas es abismal. Su porte atlético impacta. Ya tiene, como Ohtani, un lugar preponderante en la historia. Los ingredientes que pone sobre la mesa de discusiones no tienen adversarios… salvo Ohtani. Es un pitcher-toletero contra un bateador de categoría estelar. Eso sí, hay mayor presión al jugar para unos Yankees contendores y una afición exigente, que al defender un cuadro californiano que no va a ninguna parte hace rato… SI el MVP es para quien hace dos tareas muy bien, pues por largo trecho lo podría tener Ohtani, imponiendo marcas sobre esa distinción. Si disertamos en lo que ha sido Judge para unos Yankees a rato temblorosos, con abundancia de lesionados, una buena cantidad de electores estará con el forzudo del Bronx. Se trata de un episodio histórico que pone a pensar a todos. Nosotros admiramos como pelotero sin parangón a Shohei Ohtani, figura de función incomparable. Pero, con su permiso, si nos tocara votar, lo haríamos por Aaron Judge. Entre gustos y colores…
RONALD Acuñ;a es una auténtica gema. Nada nuevo estamos diciendo. La referencia viene porque observamos un detallado reporte de MLB en el cual se expone la fuerza de su brazo de lanzar. Está de primero en potencia con un cañ;onazo humano de 101.5 millas por hora mientras mantiene un average de 97.7. Juega regularmente en el sector derecho de los bosques, en el cual se requiere de esos escopetazos