LA PRENSA DE LARA.- RONALD Acuña rompe todos los esquemas. Su calidad avanza al ritmo que nadie, ni algún seguidor empedernido, podía imaginar. Es definitivamente del tamaño del compromiso que se le presenta. Esa tan pregonada amalgama de velocidad y poder, ambas en grado sumo, no llega a las mayores sino con poca frecuencia. Su impacto en el juego no se siente únicamente entre la gente que lo sigue en nuestro país. Es actualmente el pelotero más admirado en el mayor estrato de este deporte y la cantidad de suvenires vendidos con su nombre y número indica que no es una presunción nuestra o de todos sus paisanos. Es que, además, está envuelto en un carisma muy natural. Su estilo, a veces exagerado para celebrar sus éxitos en el campo, termina cautivando a la gente en general. El casi seguro 40-70 está lleno de matices embriagantes para quienes seguimos con fruición cada uno de sus turnos al bate y sus impetuosos avances en las almohadillas. O sus tiros y atrapadas en el rincón derecho del terreno. No hay actualmente nadie más valioso — Sí, un claro MVP — que este hijo de un pueblo pródigo en la generación sorprendente de buenos jugadores, La Sabana. Su talento ha explotado ilimitadamente. Faltan algunas fechas de temporada que robustecerán sus numeritos, ya únicos en la historia. Coincide, por fortuna, con el posible doble campeonato inédito de bateo en ambas ligas para Luis Arráez y el glorioso retiro de Miguel Cabrera, aspectos también motivadores de amplio material para seguir gozando un calendario estelar con la tropa criolla. Por ahora, «el abusador» no tiene fronteras en sus ambiciones. Dejará guarismos para que la historia los exalte.
LA inspiración muchas veces está por encima de las estadísticas. Si quieren una prueba de ello revisen a estos Orioles versión 2023, especie de gran sorpresa que nadie sabe hasta dónde puede llegar. Desde hace 40 años (1983) no son campeones del mundo y tal parece que quieren romper tan dilatada sequía. Es inevitable, para quienes somos de aquellos tiempos, recordar a los oropéndolas de los sesenta y setenta, la maquinaria con cuatro ganadores de veinte juegos en un mismo año. La orgullosa franquicia de Frank y Brooks Robinson y nuestro inmortal Luis Aparicio, coronado con ellos en 1966 frente a los increíbles Dodgers de Sandy Koufax y Don Drysdale, a quienes barrieron 4-0 en el clásico máximo…..ESTA versión del 2023 no tiene ínfulas con estrellas. Hay mucha humildad en ese roster de bajo costo, como ya hemos comentado en otras columnas. Pero juegan con un entusiasmo que cautiva. Cierto, falta mucho camino por recorrer en este largo calendario de postemporada, pero los pájaros del este destacan con su juego y tienen características de favoritos sentimentales contra los fríos pronósticos de las casas de apuestas. Digno cooperador en ese desempeño para llegar a la cúspide ha sido Anthony Santander con sus 85 empujadas y gran trabajo al campo cuando le toca.
& ;SOLO cuatro bateadores de trescientos tendrá la Americana este año, despuntando el average del texano Corey Seager, quien con un elevado .334 impresiona en un circuito donde los promedios conspicuos son una excepción. La respuesta a tan poca presencia de los paleadores en el promedio ideal la encontramos, por supuesto, en el departamento contrario, el pitcheo. Hay diecinueve tiradores con doble digito en ganados. Sobresale la figura de Gerrit Cole (13-4, 2.81, 1.05 de whip) como candidato principal para el «Cy Young». En la Nacional 23 serpentineros están sobre diez ganancias, pero al igual que en el otro circuito no habrá quien pise la alfombra de los 20 triunfos. Cuatro lanzadores encabezados por el bravo Spencer Strider (18-5, 3.73, máximo aspirante al premio de los escopeteros) han salido airosos sobre las quince satisfacciones pero probablemente ninguno — solo Strider tiene chance — estará sobre la doble decena de decisiones favorables. Tampoco se les han dado libertades a los hombres del barquillo y apenas cinco, encabezados por Luis Arráez (.354), se mantienen encima de los trescientos….EN el año de notables cambios en las normas del juego — relojes para pitchers y bateadores, prohibición del shift, bases más grandes — los bateadores no han hecho de las suyas, aunque hay muchas carreras producto de la vuelta al juego chiquito, sin que haya notable pérdida del batazo grande. Se calcula que solo seis o siete toleteros derribarán el muro de los cuarenta cuadrangulares, con Matt Olson (52) a la cabeza. Al menos once jugadores se han estafado treinta almohadillas y en general se ha acudido más a esta muy apartada arma ofensiva. Eso sí, uno se pregunta qué habría hecho el gigante Aaron Judge si hubiese jugado la temporada completa. Lo decimos porque la ha sacado 32 veces en solo 98 encuentros, luego de sus 62 trancazos del 2022.