LA PRENSA DE LARA.- EL béisbol chiquito, el que algunos llaman «las pequeñas cosas«, vuelve a la palestra en estos días de postemporada. El toque de bola, el robo, batear detrás del corredor, avanzar al compañero con una rolata por la derecha, desafiar los shifts, recobran fuerza por parte de los pilotos y muchas veces por acción propia de los mismos peloteros. Hay fuertes contendores que no tocan la bola. Por ejemplo, Atlanta lo hizo una sola vez en la campaña regular, y los Dodgers se sacrificaron apenas tres veces en todo el torneo de 162 encuentros. En cambio, Cleveland, que se ha fajado con los Yankees en la serie divisional tras liquidar a Tampa en par de choques, envió sus fichas al sacrificio en 22 oportunidades. Todo depende del material disponible… LOS Guardianes fueron penúltimos en jonrones (127) entre los 30 clubes de GL, y por eso recurrieron a la estrategia antes que al batazo. Se robaron 119 bases, una de las cifras más altas. Los Bravos no intentaron el juego corto, el toque, porque sus toleteros la sacaron en 243 ocasiones, solo superados por los Yankees (254), quienes a su vez activaron el sacrificio en catorce oportunidades… LOS juegos de play off a veces no te dan chance para mañana. Los abridores relevan, los toleteros tocan y los pesados a veces intentan el robo, como Aaron Judge en el juego que ganaron los Yankees el martes. La pelota jugada con habilidad y viveza no desaparecerá nunca. El béisbol en su esencia auténtica es un espectáculo maravilloso.
& ; & ; & ; REVISAR la hoja de servicios de Jim Palmer, con la buena excusa de que mañana arribará a los 77 años, resulta placentero para quienes admiramos los grandes brazos de antaño. El diestro (268-152) no vistió uniforme distinto al de los Orioles en sus diecinueve años de trajín grandeliga y la efectividad vitalicia (2.86) nos indica de entrada la calidad que poseía. Por ejemplo, cuatro veces tiró más de trescientos innings por temporada, de los 3.948 que totalizó, algo impensable hoy en día. Ocho anualidades ganó más de veinte partidos y — ahora viene lo más impactante — tiró 211 juegos completos con 53 blanqueos, cifras que hoy no resisten la más pequeña comparación. En 1975 se impuso en 23 juegos, diez de ellos por la vía de los ceros. La postemporada no afectaba sus nervios. En esa instancia dejó 8-3, 2.61. En la Serie Mundial de 1966 dominada por los Orioles ante los afamados Dodgers de Koufax y Drysdale, el poderoso Palmer lanzó un blanqueo de cuatro hits con veinte años de edad. Desde 1990 es miembro del Salón de la Fama de Cooperstown este compañero de Luis Aparicio en los rutilantes oropéndolas de aquellos años sesenta. Un gusto recordarlo en su cumpleaños.
& ; & ; & ;A una semana del arranque de la temporada criolla los equipos se regodean con anuncios previstos e imprevistos. Hay ganas entre los peloteros de fuste, como si una fiebre colectiva atacara a los jugadores nativos de relieve. Claro que entre los anuncios y la entrada en acción hay a veces una distancia enorme. Pero las ganas existen y el inicio de los entrenamientos nos hace intuir que tendremos una campaña memorable en cuanto a individualidades presentes. Los aficionados se frotan las manos con los anuncios que envuelven a José Altuve, Luis Arráez, Salvador Pérez, Andrés Giménez, Anthony Santander, Eugenio Suárez, los hermanos Contreras, César Hernández, Oswaldo Cabrera y muchos otros que hacen extensa la lista de probables incorporaciones. La lista es larga y selecta… SI el sector oficial cumple lo prometido con el estadio de La Rinconada, habrá un lujo adicional con ese parque cuya estructura es muy moderna, al estilo de Grandes Ligas y con anunciada capacidad para más de 40 mil personas, justo premio para el deporte preferido de los venezolanos… EL toletazo de Yordan Álvarez para clavar el puñal sobre los Marineros en el noveno tramo del primer juego divisional, es considerado uno de los más épicos en el historial de las postemporadas. Se lo conectó a un pitcher de su mano, Robbie Ray. El cubano fue mejor bateador contra los siniestros (.321, 10HR) que ante los diestros (.299) en la ronda regular… SI a Carlos Mendoza se le juntan en noviembre-diciembre Andrés Giménez, César Hernández, Ildemaro Vargas, Hernán Pérez, Jermaine Palacios y Juniel Querecuto, tendrá un agradable lío para resolver, a sabiendas de que los jardines serán ocupados por Odúbel Herrera, Rangel Ravelo y Gorkis Hernández, con Pedro Castellanos buscando sitio en alguna parte. ¿Veremos tal abundancia? Por supuesto que Lara no será el único club con ese bienvenido «problema»… TERRY Francona debería ser el Manager del Año en la Americana. Con una escuadra casi sin nombres rimbombantes ha llegado a la postemporada derribando a Medias Blancas y Mellizos, favoritos en la división del centro. Bueno, él es un conductor de sonados triunfos en 22 temporadas con Filadelfia, Boston e Indios — ahora Guardianes — e incluso ganador de Series Mundiales en par de ocasiones con los Medias Rojas, a quienes sacó de perdedores tras casi nueve décadas de intentos fallidos por la corona. Esta fue su décima campaña al frente de los antiguos aborígenes. Su eficacia queda premiada de tal manera.
@alfonsosaer& ;