LA PRENSA DE LARA.– La migración de venezolanos es un problema con varias aristas, de carácter político, económico y social, el cual se ha venido incrementando en los últimos años. En su inicio la mayor migración estaba dirigida hacia los países del sur de América, parte a los Estados Unidos y en menor proporción al viejo continente. Colombia se ha convertido en el país con el mayor número de migrantes venezolanos.
La economía venezolana se ha contraído de tal manera, que luego de 3 reconversiones monetarias sigue cayendo, como consecuencia de decisiones político- económicas, que afectaron la producción. El aumento de los impuestos, la corrupción desenfrenada en gran parte de las áreas de las instituciones del estado (o en todas), la impunidad y corrupción en el sistema de justicia, el aumento desproporcionado del gasto público,& ; las fuerzas armadas al servicio del partido de gobierno y además de todo esto, persecución política a quienes intentan, por diferentes medios, informar y accionar para cambiar la situación. Todo esto ha conllevado a un desajuste social y político, iniciando la migración forzada masiva de venezolanos en busca de mejores oportunidades para alcanzar un básico nivel de vida.
Todos hemos sido testigos de cómo se ha incrementado el número de migrantes venezolanos, de miles a millones, siendo la más grande migración de la América y del mundo, en un país donde no existe una confrontación armada, pasando de los 7 millones de venezolanos que se han desplazado, más que en la misma Siria, país que padece una guerra civil en grandes proporciones, desde hace varios años.
Es tan caótica la situación venezolana, que personas de todos los niveles en los estratos sociales se han visto afectados, decidiendo irse del país. Al principio, la migración era mucho menos burocrática ya que muchos de los países a los que los venezolanos decidían ir, no estaban condicionados por una visa, sin embargo, conforme se iba incrementando el número de venezolanos que emigran, estos países fueron implementando políticas migratorias para los venezolanos.
En el transcurso del tiempo, en la medida que se incrementa las políticas migratorias en los diferentes países Latinoamericanos, surge la modalidad de llegar a la frontera de los Estados Unidos, pasando esta de forma ilegal, sin visa alguna, pero, aun así, eran recibidos bajo el estatus de deportación, abriéndose un expediente para ser sometido a los tribunales de inmigración para decidir su futuro.
Es así como se producen oleadas de venezolanos, dirigiéndose a las fronteras de Estados Unidos, luego de vender sus pertenencias para pagar su viaje, sorteando diversos peligros, bien sea en la selva de Darién, en Panamá, exponiéndose desde la inclemencia de la naturaleza hasta otros seres humanos desalmados que se aprovechan de la situación para abusar y delinquir, violando y hasta asesinando a hombres, mujeres y niños.
No está cuantificado en su totalidad el número de venezolanos fallecidos y desaparecidos, el trayecto culminaría cruzando la frontera entre México–USA, permaneciendo de forma ilegal o entregándose a la patrulla de frontera para iniciar su proceso de deportación con oportunidad de asilo.
Ante la abrumadora migración de venezolanos de forma ilegal, la oficina de inmigración de los Estados Unidos por orden ejecutiva presidencial, ha establecido nuevas normas para los venezolanos que intenten usar las fronteras como medio de ingreso ilegal, siendo detenidos e inmediatamente deportados sin opción a un proceso que les permita solicitar asilo. Es importante aclarar que cada país haciendo uso de su soberanía, puede cambiar las leyes de manera que no se vean afectados con situaciones como las que están sucediendo.
Ahora bien; ¿Cuál es la situación emocional de estos venezolanos que están en tránsito por el Darién o están en México, rumbo a Estados Unidos? Quienes están en el trayecto o ya lograron llegar hasta México, se consiguen con la triste realidad de que no podrán entrar al territorio americano para dar inicio al tan anhelado «sueño americano». Este migrante ya está bajo un constante estrés crónico que le está mermando silenciosamente la vida, de ahí, que muchos en el trayecto han fallecido y abandonados en plena selva, y los que continúan, a pesar de todo, tiene el aliciente que pronto llegarán a la meta para poder continuar con una mejor vida, encontrándose con esta nueva modalidad que los deja prácticamente a su suerte.
Mientras aquellos que se han atrevido a transitar con sus hijos, los cuales fueron sometidos a todas esas penurias, la tristeza y la desesperanza serán mayores, ya que también sufrirán por sus hijos que fueron expuesto a muchas vivencias negativas que quizás lo marcarán para siempre; todo el grupo familiar estará cargado de muchas emociones negativas en donde el «sueño americano» se convirtió en una gran pesadilla.
No es fácil para los migrantes en estas condiciones sentir que van a llegar a una normalidad pronto, y difícilmente las palabras puedan conseguir aliviar su situación, llena de incertidumbre y desespero constante, sin embargo, la realidad es una y la mejor forma estar mejor es iniciar un proceso de recuperación con las herramientas que estén disponibles.
En Venezuela debe surgir un liderazgo coherente y creíble que permita iniciar la depuración de las instituciones, regresar el estado de derecho y la posibilidad de elecciones libres que cambien la casta política corrupta que actualmente gobierna. De esta manera se evitaría en gran manera la migración forzada.
Mi solidaridad y oraciones a todas esas personas migrantes que están pasando por una etapa tan dolorosa para sus vidas.
Por:& ; Emilin Piña Mogollón
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