LA PRENSA DE LARA.- La formación y educación de los hijos en la familia cada día se hace difícil, progresivamente, surgen diferentes dificultades en el entorno familiar, por ejemplo, en una familia promedio, generalmente ambos padres tienen que trabajar para lograr el sustento económico, quedado los hijos prácticamente solos, bien sea en el colegio, en la guardería, en su hogar y las horas de ocio sin supervisión por parte de alguno de los padres. Los pocos momentos que los padres le pueden brindar a sus hijos no son cualitativa y cuantitativamente el esperado, quedan expuestos a padecer cualquier situación que atente con su desarrollo psicológico adecuado, cayendo en la distorsión de los valores y principios que rigen una sociedad, es ahí donde surge: el delincuente, la adolescente embarazada, el hijo adicto a las drogas o alcohólico, entre otras. En este punto podríamos ver que el sistema existente es uno de los causantes de esta situación, pero la responsabilidad principal recae en los padres.
La conducta de los padres influye notablemente en la crianza, la cual estaría dada por el control y la calidez parental, siendo el control dado por la fijación de límites, la aplicación de las normas y el uso de la disciplina, en tanto la calidez, expresada por el apoyo, la compasión y las respuestas que los padres muestran a sus hijos.
La interacción entre el control y la calidez tiene un gran efecto en el desarrollo de los hijos, es así, como aquellos padres que presentan una gran calidez se esmeran por las necesidades de sus hijos, en lugar de sus propias necesidades, muestran constantemente su cariño de forma física y verbal, observándose en estos hijos una gran habilidad social y académica, mostrando un mayor respeto a los padres y a otras personas.
En tanto en la crianza de baja calidez, el padre es indiferente a las necesidades de los hijos, interesándose más por sus propias necesidades y hasta llegan al rechazo directo de los hijos, en esto casos los hijos tiende a ser agresivos, poco sociables y con bajo rendimiento, en tanto el control, al existir un exceso de este o de una forma inadecuada mediante tácticas de presión o colocándolo en ridículo, los adolescentes reaccionan negativamente, incluso así haya una gran calidez parenteral, mientras un bajo control, entraríamos en la permisibilidad, sin disciplina o normas a cumplir, donde nuestros hijos actuarían a sus deseos imperantes.
Valerse de estos factores de una manera equilibrada, en donde el control influye en el comportamiento o conducta, mientras que la calidez parental influye en el desarrollo psicológico, sería de gran relevancia para las futuras generaciones, de aplicarse adecuadamente.
No obstante, son diversos factores que influyen en una buena o mala crianza de nuestros hijos, pero considero que el factor fundamental va a depender notoriamente en el grado de formación que tengan los padres así como la calidad de inteligencia emocional de estos para la buena crianza de los hijos, partiendo de este concepto podemos entender que para tener una buena crianza de los hijos es fundamental que los padres estén formados para ello, de ahí , hace unos años surgió la idea de constituir la Escuela para Padres, cuyo objetivo primordial es educar, instruir y concientizar a los padres en la formación de sus hijos y sean así, garantes para una mejor sociedad.
Materializar una escuela para padres permitiría hacer un avance significativo en el rescate de la sociedad a través de una mayor consolidación de la familia, recordando que la educación es la mayor riqueza que puede tener un ciudadano; riqueza que se puede transmitir de generación en generación, disminuyendo los problemas que agobian a nuestro país actualmente.
Por: Abogada Emilin Piña Mogollón& ;
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