LA PRENSA DE LARA.- Insisto en la importancia en tener el conocimiento preciso y elemental de las enfermedades y situaciones que afectan nuestra salud porque de ahí dependen las medidas o acciones de prevención a implantar, evitando el desarrollo de las diferentes enfermedades que cada día se acentúan en la población
Como se acoto anteriormente, el distrés es la enfermedad del siglo XX de la cual parten otras innumerables con mayor compromiso del organismo, afectando nuestra calidad de vida hasta alcanzar un desenlace fatal, esta se ha ido incrementando en el transcurso de los tiempos, considerándola cosmopolita y con gran incidencia en los países de mayor desarrollo y de gran prevalencia en el mundo occidental
Así cómo tratamos las enfermedades orgánicas, tal como la hipertensión arterial, también debemos tratar el estrés negativo, estrés crónico o distrés, tendríamos poco resultado al final sino tenemos en cuenta que este es común o está presente en todas las enfermedades por lo cual debe ser tratada adecuadamente para una optimización de los resultados& ;
A lo largo de los 46 años de ejercicio en el campo de la medicina he observado como el estrés negativo actúa en el desarrollo de diferentes enfermedades, ejemplo notorio es observado en esta época de pandemia del COVID-19 en donde el temor a infectarse es constante, originando un estrés el cual se incrementa al presentarse dicha infección, aunado a esto hay otros agentes estresores tal como lo es la situación económica, política y social del país y si a esto se agrega condiciones preexistentes (hipertensión arterial, diabetes, senilidad, entre otras), habrá la posibilidad de un desenlace fatal o padecer consecuencias dado por el postcovid tardío representado por los procesos artríticos, síndrome anérgico (adinamia, apatía fácil cansancio), neuropatías periféricas, entre otras, esto nos hace ver que el estrés negativo actúa sobre el sistema inmunitario, deprimiéndolo y quedando las defensas del organismo disminuidas por lo que el virus en este caso, es más agresivo y letal
De manera tal, que es prioritario el conocimiento básico por medio de la educación sobre el tema, afín de lograr una concientización para alcanzar la sensibilización y así planificar el adecuado accionar para una pronta resolución satisfactoria de los diferentes conflictos que día a día se nos presentan, evitando que un simple estrés se transforme en un estrés negativo o crónico y con ello las consecuencias expuestas.
¡Ahora bien! ¿Cuáles serían esas medidas o acciones a tomar para evitar el estrés negativo o estrés crónico? A mi entender, es primordial contar con la reciente llamada inteligencia emocional, la cual la podemos definir como la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y controlar sus emociones, así como la de los demás, con eficiencia, generando resultados positivos, definición dada por el psicólogo, periodista y escritor Daniel Goldeman, en la década de los años 90, considerado el padre de la inteligencia emocional
Es sabido que poseemos una mente racional y otra emocional, el predominio de la racional controla las emociones negativas que nos provocaría caer en un estado de estrés negativo y con ellos todas las consecuencias expuestas, es así como la inteligencia emocional es un conjunto dado por la intersección del corazón y el cerebro, predominando la mente racional sobre la emocional para un buen accionar ante la vida
Ante lo expuesto, revelamos la importancia de la inteligencia emocional ya que, por medio de esta, alcanzamos la motivación, logramos controlar nuestros impulsos, regulamos los estados de ánimo y habrá una mayor comprensión y afinidad con los demás (empatía), de tal manera que podamos convivir de una forma armoniosa con nuestro entorno y lograr la sobrevivencia, en pocas palabras, controla gran parte de quienes somos, evitando así un estrés negativo o crónico
Por lo tanto, alcanzar una adecuada inteligencia emocional, conlleva, a gozar de esa sensación de bienestar, de felicidad y satisfacción, motivado a la estimulación del núcleo Accumbens, localizado en el sistema límbico del sistema nervioso central por medio de los neurotransmisores de la felicidad como lo es la dopamina, oxitocina, serotonina; por lo tanto, tener inteligencia emocional implica dar un paso grande contra el estrés negativo
Hecha esta exposición, en mi opinión particular, para evitar el estrés crónico y combatirlo en el momento de establecerse es a través del:
– Desarrollo y aplicación de la inteligencia emocional constantemente
– Estimulación del centro de recompensa cerebral o del placer, vía mesolímbica
La estimulación de esta vía mesolímbica en dónde está el núcleo Accumbens y el área Tegmental ventral ambos productores de neurotransmisores como la dopamina cuya interacción en estos, nos da esa sensación placentera y de bienestar al ser estimulado, es así, en los momentos de incertidumbre y agobio, de desesperanza, de angustia y tristeza por medio de la meditación, la oración o un abrazo afectuoso y solidario se activa esa vía, alcanzando la sensación de felicidad, bienestar y satisfacción, de tal manera que podemos inferir que la dicha de la vida está en esta vía y el inadecuado manejo de las emociones conlleva al bloqueo de esta.& ;& ;
En conclusión, el desarrollo y la puesta en práctica de la inteligencia emocional es fundamental para el bienestar físico y mental, alcanzando un mayor estado de salud al lograr una mejor calidad de vida y en gran parte es debido al manejo adecuado del estrés
Por: Dr. Hely P. Brandt
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