EFE | LA PRENSA DE LARA.- Las autoridades colombianas detuvieron en Villavicencio a Eliécer Palomeque Córdoba, alias «Negro Juan», líder de una disidencia de las FARC conocida como frente Armando Ríos y mano derecha de alias «Iván Mordisco», el máximo jefe de los grupos de excombatientes que no se acogieron al acuerdo de paz firmado en 2016.
«Se logró la captura de Eliécer Palomeque, alias ‘Negro Juan’, principal cabecilla del GAOR (grupo armado organizado residual) Armando Ríos. Hombre de confianza de ‘Iván Mordisco’. La operación se realizó en el área rural de la ciudad de Villavicencio (centro)», expresó la directora de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) de la Policía, coronel Olga Patricia Salazar.
La operación fue ejecutada en la vereda (aldea) La Unión, a donde, según la inteligencia policial, el criminal de 38 añ;os visitaba a una de sus parejas.
«Negro Juan», agregó la Policía en un comunicado, redujo su esquema de seguridad, que normalmente era de 300 hombres, para hacer la visita, algo que aprovecharon las autoridades «para realizar la diligencia de registro y allanamiento mediante la que se dio su captura».
El detenido tenía orden de captura por los delitos de concierto para delinquir agravado, rebelión y reclutamiento forzado.
Las autoridades ofrecían una recompensa de hasta 100 millones de pesos (unos 21.000 dólares) por información sobre su paradero, pues era uno de los delincuentes más buscados de la región de la Orinoquía y los Llanos Orientales.
El grupo que «Negro Juan» dirige opera en departamentos como Vichada, Guaviare y Guainía, una zona mayormente selvática donde disputa el control de las rutas del narcotráfico fluviales hacia Venezuela y Brasil con otros grupos.
«IVAN MORDISCO», UN DELINCUENTE TEMIDO
Néstor Gregorio Vera Fernández, alias «Iván Mordisco», a quien se presupone máximo comandante de las disidencias que se han reagrupado, fue dado como «neutralizado» el pasado 10 de julio por el entonces presidente colombiano Iván Duque en una operación en el sur del país, a pesar de que su cadáver nunca apareció, y la Policía aseguró que «el cuerpo posiblemente o quedó desintegrado o fue llevado por ellos (los disidentes)».
Sin embargo, el mes pasado reapareció leyendo un comunicado en el que el Estado Mayor de las disidencias de las extintas FARC ordenó a «todas las unidades guerrilleras» que «eviten al máximo enfrentamientos con la fuerza pública», en un primer movimiento para lograr junto al Gobierno colombiano «un cese al fuego bilateral».
De esta forma, este jefe de las disidencias reafirmó el compromiso de las que denomina FARC-EP, retomando el nombre de la guerrilla que quedó extinta t