Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Con el Jesús en la boca viven cinco familias de la carrera 37 entre calles 18 y 19 de Barquisimeto. Desde hace tres meses se encuentran librando una batalla para lograr la tala de un pino de alrededor de 15 metros de alto que ha comenzado a amenazar con derrumbarse.
La señora Lilibeth Páez, una de las afectadas, relata que ya no encuentra a dónde acudir para que las autoridades regionales tomen cartas en el asunto y la ayuden a librarse de tan preocupante situación.
«Tengo 20 años viviendo acá y ese árbol ya estaba cuando llegué. El problema es que ahora ha tomado dimensiones que jamás pensé que alcanzaría», dice.
Según la señora, además de ella hay otras 4 familias y un comercio que se encuentra sufriendo por la misma coyuntura.& ;
La señora expone que ahora con la temporada de lluvias, el miedo es aún mayor porque el árbol se mece de un lado al otro y los crujidos son de espanto y brinco.
Con los vientos que se han presentado en Lara durante los últimos días, el árbol se ha ido de lado y se encuentra sostenido de la platabanda. Afirman que en cualquier momento pudiese terminar de ceder y llegar a provocar una tragedia.
Asimismo, relata que tiene informes del Cuerpo de Bomberos de Iribarren que confirman que este gigante natural representa un riesgo enorme para la zona. Sin embargo, se encuentra esperando por la respuesta de Emica para proceder con la tala.
«Es muy preocupante todo porque aquí, además tenemos niños y adultos mayores. A la hora de una emergencia cómo salen corriendo», dice.
Hacen un llamado a las autoridades regionales y a los organismos competentes a colocarse la mano en el corazón y ayudarlos a hacer frente a esta problemática que los tiene durmiendo con un ojo abierto y otro cerrado, ya que según dicen, no pueden descuidarse ni por un segundo.