LA PRENSA DE LARA.- Las violaciones graves a los Derechos Humanos por parte del Estado son los verdaderos enemigos de Venezuela. La Asamblea Nacional se vuelve a equivocar y coloca como su adversario a quienes asumen la defensa de las víctimas de los DD.HH. que no asume el Estado.
Es condenable la pretensión de la Asamblea Nacional de aprobar la Ley de Cooperación Internacional, su único objetivo es asumir el control total del funcionamiento de las ONG que solo ejercen funciones en favor de la ciudadanía que le han sido vulnerados sus derechos como: la vida, salud, alimentación, los servicios básicos, libertad personal, acceso a una justicia imparcial e independiente y demás derechos y garantías constitucionales.
El Estado no garantiza los Derechos Fundamentales como lo establece el artículo 19 de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por el contrario mantiene un desprecio e indolencia con el agravante de la defensoría que aún sigue ausente.
La Asamblea Nacional debe colocar su mirada en el sufrimiento de un pueblo que sigue siendo víctima de una crisis económica feroz con sueldos y pensiones de hambre, el parlamento debe legislar en favor de la sociedad y no para perseguir a la población que sufre.
Por: Rafael Narváez
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