William Croes | LA PRENSA.- La vaguada del lunes derribó como un castillo de naipes los árboles enfermos de la ciudad. El desplome causó estragos en varios sectores que quedaron sin paso, electricidad, servicios de cable e Internet y sufren de la tardía reposición del servicio de las empresas encargadas.
Durante el lunes y martes, el Cuerpo de Bomberos del municipio Iribarren recibió la alerta de los árboles que se desplomaban. En su mayoría tenían más de 25 años y muchos estaban enfermos por comején y sus raíces estaban mermadas por encontrar sólidas paredes de concreto que impedían su sujeción.
Escuchamos un estruendo y nos asustamos, gracias a Dios que no pasaba una persona caminando o en carro”, expresa Aquiles Peñalver, un vecino que presenció cómo se desplomó el árbol que está en la carrera 21A entre calles 9 y 10 del este de la ciudad a escasas cuadras del Rectorado de la UCLA.
Cuando el árbol se cayó derribó postes y cableado de alta tensión, televisión e Internet. Por un m