Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Actualmente, la variante Delta del coronavirus es la que más preocupa a las autoridades sanitarias de todo el mundo. Se trata de una mutación más contagiosa que la original, lo que aumenta el riesgo de propagación del patógeno entre las personas.
Ahora, un análisis realizado a causa de un brote en la ciudad china de Guandong ha permitido descubrir cuándo comienzan los síntomas de esta cepa. Según el estudio, los contagiados con Delta tienen más posibilidades de expandir el virus antes de desarrollar indicios que las personas infectadas con otras variantes.
Mayor propagación
Así lo asegura Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong y coautor de la investigación publicada en la revista Nature: «Es más difícil detenerlo». Para llegar a esta conclusión, analizaron datos de las pruebas de 101 personas en la urbe asiática que se infectaron entre mayo y junio.
La información obtenida les permitió corroborar que los afectados tuvieron síntomas 5,8 días después de la infección con la variante Delta, 1,8 días después de que dieron positivo por primera vez. Eso dejó casi dos días para que las personas liberaran ARN viral antes de que mostraran algún signo de coronavirus.
Fase presintomática
Asimismo, encontraron que las personas infectadas con Delta tenían concentraciones más altas de partículas virales o carga viral que las personas infectadas con la versión original de SARS-CoV-2: «De alguna manera, el virus está apareciendo más rápido y en mayores cantidades», recalca Cowling.
Los datos mostraron que el 74% de las infecciones por Delta se produjeron durante la fase presintomática. Según Barnaby Young, médico especialista en enfermedades infecciosas del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur, esta alta tasa «ayuda a explicar cómo esta variante ha podido superar tanto al virus de tipo salvaje como a otras variantes para convertirse en la cepa dominante en todo el mundo».
Estudio anterior
Otro estudio anterior de Cowling previo a la aparición de la variante Delta detallaba que las personas infectadas tardaban un promedio de 6,3 días en desarrollar síntomas y 5,5 días en dar positivo en la prueba diagnóstica.
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