Por Guillermo Palacios
La crisis por la cual atraviesa Venezuela es de todos los órdenes. No solo en el aspecto económico, financiero, político, institucional, moral, ético y social sino igualmente lo relacionado con la infraestructura. Y esto lo decimos con nostalgia porque los indicadores en todos los sectores nos colocan como uno de los países del mundo con mayores dificultades en materia de desarrollo y más corruptos de América y del mundo lo cual nos hace poco atractivos para la inversión nacional e internacional. Un país cuya base financiera era sólida y tenía una de las más importantes empresas del mundo como era PDVSA, hoy nos ubica como maulas y tramposos.
La infraestructura es uno de los elementos básicos en los indicadores para medir el desarrollo de un país. Hoy podemos percibir como se ha convertido en chatarra la gran mayoría de las edificaciones para los diferentes servicios. La vialidad urbana y rural se ha deteriorado al extremo de que es difícil encontrar carreteras y autopistas en buen estado. Las escuelas y los hospitales tienen grandes carencias por ausencia de manteamiento adecuado. Las represas se encuentran sumergidas en el más absoluto abandono por lo cual la prestación del servicio de agua potable se hace cada vez más exiguo y las obras de electrificación se han convertido en grandes íconos de la corrupción que han dado la vuelta al mundo conjuntamente con las estafas en PDVSA.
Todo este cuadro se ha reducido a que hoy tengamos obras que se iniciaron pero han quedado inconclusas; otras se anunciaron y se le asignaron recursos para su ejecución pero son inexistentes y otras que se encuentran totalmente inoperativas porque fueron mal construidas o simplemente no son útiles para el rol para el cual se proyectaron, todo lo cual va a ser evaluado próximamente por la Comisión de Contraloría para realizar un balance sobre este tema.& ; & ; & ;& ;
Esta profunda crisis la reflejan los estudios realizados por instituciones dedicadas a evaluar el ranking de competitividad mundial como el International Institute for Management Development (IMD) y el Foro Económico Mundial en sus reportes anuales de competitividad, los cuales nos sitúan en el último lugar en relación con los países de América y en el último lugar de 63 naciones evaluadas en donde se miden indicadores sobre capacidad instalada, calidad, frecuencia y disponibilidad del servicio.
Escrito por: Guillermo Palacios
Twitter: @guillerpalacios