López/Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- El nerviosismo regresa entre los comerciantes e industriales por el anuncio de cortes de energía eléctrica sin especificar el tiempo de prolongación y que se han registrado por más de 5 horas. Una medida que escapa de la planificación y no permite ni la programación del mantenimiento de maquinarias que afecta principalmente la producción de alimentos y aquellas relacionadas al procesamiento de plástico.
Lamentan que las interrupciones pueden extenderse por más de 3 horas y generan la inseguridad de trabajar en horario regular o instalarse en un horario de contingencia. Es la realidad en general que implica hasta la pérdida de varios clientes, quienes coinciden en el momento en que esté cerrada la santamaría, tanto por las fallas en el sistema administrativo como en la cadena de producción.
Según Joel Segura, presidente de la Cámara de Industriales en Lara, no se cumple con el cronograma anunciado. «Se habla de una hora y ya es grave para la industria si no los puedes prever. Resulta impredecible«, lamenta que el rubro más golpeado sea el de la producción de alimentos y procesamiento de plástico, los cuales son los más demandados y ameritan ese mantenimiento de maquinaria que exige elevada carga en alta temperatura. De hecho, las interrupciones en este tipo de proceso comprometen durante el cambio a la planta generadora de energía.
Explica que las prensas y hornos tienen alto consumo en temperatura, con el riesgo de que los productos se descompongan. Representa un gran problema en aquellas industrias sin una planta generadora para mayor resistencia. Se podría hasta perder la maquinaria en determinados procesos.
Para Eldi Montero, titular de la Cámara de Comercio de Lara, «los comerciantes vivimos en constante incertidumbre por la falta de planificación en el suministro de energía eléctrica», precisa que es una amenaza para los comercios con productos refrigerados que no cuenten con alguna planta adicional, sacrificando la conservación. También menciona de esas dificultades que tienen aquellos pequeños comerciantes e incluso consultorios privados.
Tal situación puede ocasionar el descenso en la producción de alimentos, siendo un alto porcentaje en el rubro industrial. Los plásticos y empaques están golpeados, además de ser complementarios entre los alimentos.
Crea daños
En los pequeños comercios particulares en zonas populares como, por ejemplo, en Barrio Unión, al oeste de Barquisimeto, en un recorrido por LA PRENSA se pudo consultar a emprendedores, y estos aseguran que no escapan de la realidad y el duro golpe que este racionamiento les pueda causar.
«Se me han dañado dos congeladores por los apagones y nadie me va a responder por eso. Esto nos afecta a todos, la luz se va hasta cuatro horas, y uno no sabe cuándo porque no se cumple con lo establecido en el cronograma», asevera Thaís Briceño, quien es vecina de dicha comunidad.
Caso similar describe Miguel López, quien vive de su emprendimiento como son las fotocopias en la carrera 4 entre calles 13 y 14 de Barrio Unión, medio día sin luz es un día de pérdida para el sustento de su hogar.
De igual manera afecta comercios de venta víveres y charcuterías, panaderías, talleres, y hasta autolavados, como es el caso donde trabaja José Luis Pérez.
«Hoy (ayer) se fue la luz en horas de la mañana y no pude trabajar nada. Todos los días cortan la electricidad, pero uno no sabe a qué horas la quitarán», asegura Pérez.
Ir a la ligera implica más daños
Desde la Cámara de Industriales de Lara confirman el temor de trabajar y ser sorprendidos por el corte. Piden reunirse con directivos y expertos de Corpoelec para conocer el plan que tienen previsto a lo largo de un mes. Rechazan que se trate de anuncios por redes sociales correspondientes a un día.
«Con la planificación se puede aplicar la jornada de mantenimiento preventivo», resaltó Joel Segura, para evitar daños más graves que comprometan la operatividad de la industria. La idea es minimizar riesgos para evitar incrementar los costos de producción a cualquier escala. Sólo necesitan trabajar.