María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Hacer un mercado en Lara se convirtió en un reto para muchos ante los altos precios de la comida. La gente afirma que lleva arroz y harina como prioridad y si queda dinero del presupuesto, compran otros rubros.
Tan sólo un cartón de huevos se consigue en Bs. 11.000.000 o 3,5 dólares, lo que supera el sueldo mínimo, para aquellos que son empleados de la administración pública y los pensionados que devengan tan sólo Bs. 7.000.000 que son 2,2 verdes al mes.
Lo primordial para las personas es comprar harina, pero ya supera los Bs. 3.100.000, cuando hace 15 días se podía cotizar en Bs. 2.700.000, mientras que el arroz también va por el mismo camino.
En esas dos semanas los precios han variado considerablemente y eso es de lo que la gente se queja, porque ellos siguen ganando el mismo dinero en bolívares y son menos los productos que pueden comprar. Un claro ejemplo de eso es el kilo de carne, mientras que hace 15 días se podía comprar en Bs. 10.600.000, ayer ya estaba en Bs. 11.250.000, teniendo un incremento de Bs. 650.000.
«Ya no se puede comprar casi nada, porque los precios están muy altos», dijo Pastora Camero, quien detalló que cuando mucho puede comprar harina, arroz y los huevos que no pueden faltar para los desayunos y las cenas.
Los vendedores cuentan que las ventas siguen, el detalle está en que sus clientes compran menos porque el mismo dinero no rinde para la misma cantidad.
César Linárez dijo que el al mes sólo devenga Bs. 7.000.000 por concepto de la pensión y con eso no es mucho lo que puede hacer. «Sólo dos productos puedo llevar, no rinde para más. Compro un kilo de azúcar y cualquier otro producto y me quedo sin un bolívar», agregó.
Las personas dicen que si el dólar aumenta, el precio de la comida también y a pesar que ellos entienden que todo se devalúa, los que más se ven perjudicados son los que aún ganan en bolívares y no en dólares.
Los guaros tienen que ingeniárselas y visitan varios chinos, supermercados y demás establecimientos donde venden la comida para poder estirar los churupos y no llegar con las manos vacías a sus casas y tener para comer algo en el día. Aseguran que tratan de buscar otras entradas y ayudas de familiares para alimentarse mejor.