Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Las cifras no cuadran cuando al país apenas han llegado 2.730.000 dosis de vacunas contra el covid -19 para 6,2 % de venezolanos y el gobierno anuncia que han aplicado 11 %. Expertos en salud cuestionan esta matemática distante de la realidad, por la escasa información suministrada desde el Estado y que no actualiza la data que lo ubica en 1,1 %, ante los 364 mil inmunizados hasta final de abril de 2021 que conoce la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Fundación Latinoamericana Avina. Repudian la improvisación ante la falta de continuidad, condicionamientos por el sistema Patria y cómo llevan al desespero de la ciudadanía a exponerse en largas colas en algunos centros de vacunación.
Para el infectólogo Julio Castro, se trata de una «propaganda» del gobierno sobre ese 11 % confirmado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, porque sería en base a 6.600.000 dosis para 3.300.000 personas. Una cifra por debajo de los 2.7 millones de dosis anunciadas públicamente, mientras se sigue esperando por las 9 millones restantes rusas y 11.374.000 provenientes del mecanismo Covax, cuyo arranque sería con 5 mil dosis para julio, siempre y cuando se cancele la deuda contraída en esta instancia de la OPS.
Según los 9 lotes recibidos hasta el 30 de mayo de 2021, corresponden 1.800.000 chinas y 930.000 rusas, que se aplicarían a 1.365.000 personas, de los 22 millones de venezolanos que tienen estimado para diciembre de 2021. Pero no han precisado con exactitud, cuántas administraron y sólo se tiene el anuncio de Carlos Alvarado, ministro de Salud, que había aplicado más de 1 millón de vacunas hasta el pasado 28 de mayo y sin mayor precisión.
Ser verificable
«Los voceros oficiales se contradicen y el problema es que la información debe ser pública, notoria y verificable», denunció Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, al referirse a una práctica con denuncias de largas colas de aspirantes, casos de rechazados y algunos hasta citados en centros de vacunación cerrados. «Las matemáticas no caen con respecto al número de vacunados», precisa de este esquema que se inició el 18 de febrero de 2021 y ya se encuentra en la segunda fase desde el 29 de mayo, comenzando con los adultos mayores de la población en general.
La información genera desconfianza. Según Lorenzo, los venezolanos están más preocupados y cobra fuerza el desasosiego. «La práctica no es efectiva para la vacunación», resalta de esas incógnitas que empiezan por la vocería, lejos de la autoridad de salud.
Esa diferencia es 10 veces menor entre la realidad y ese anuncio oficial, explica Édgar Capriles, especialista en Economía de la Salud, al aclarar que «no es 11 %, sino 1,1 %«. Una distancia abismal producto de la opacidad que mantienen las autoridades en torno al plan de vacunación. «No dan las cifras y no quieren quedarse en el foso», señala del sitial que ubica a Venezuela entre los últimos lugares de inmunización en el mundo.
Capriles también precisa la importancia de la accesibilidad y las previsiones que debían tomarse para asegurar el mayor número de vacunas, al referirse al convenio de 10 millones de dosis rusas desde finales de 2020 y se olvida el reconocimiento de la poca capacidad de producción de este laboratorio. También destaca que se ignora la asesoría y aportes de las academias científicas, Sociedad Venezolana de Infectología, universidades y otros expertos dispuestos a contribuir con la celeridad del proceso de inmunización.
Deuda pendiente
Huniades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina, advierte sobre los riesgos de una falsa sensación de seguridad creada por cifras de vacunación inexactas aportadas por el gobierno. Un riesgo que podría llevar a que la ciudadanía se relaje en las medidas de prevención y los venezolanos crean que realmente los están vacunando.
Deberían precisar cuántas vacunas se aplican por cada centro. Es la transparencia exigida por Urbina, al medir el desespero en las colas, sin respetar el distanciamiento y hasta ignorando las medidas básicas de protección. «¡Será que benefician esas fotos de colas tan extensas!», se refiere a que el gobierno sugiere una interpretación superior en disponibilidad de dosis, pero apenas conocen un estimado de 14 mil personas vacunadas en 24 horas, mientras deberían ser entre 150 mil a 250 mil diarios.
«Es una burla que denigra al pueblo», denuncia ante la improvisación de un esquema que no fue planificado y -ante la desesperación- expone a los interesados sin la debida protección. Hay denuncias en centros con personas sin la hidratación ni el resguardo por la exposición solar. Acotaciones que desde la Academia Nacional de Medicina han ignorado y ya han realizado 34 pronunciamientos, cuyas observaciones son desestimadas y hasta las advertencias de aquellas candidatas de vacuna, como la Soberana y Abdala sin la aprobación de la fase experimental.
Cuando se detienen en el alcance al personal sanitario, precisan que la deuda sigue pendiente, tal como lo señala Luzmila Leal, coordinadora de Médicos Unidos en el estado Lara, ante la preocupación que empieza por los médicos que no han sido considerados por un esquema lento. «No puedes dar tranquilidad, cuando el pueblo sale a buscar la protección», resalta de ese grupo de bioanalistas, odontólogos y hasta farmacéuticos que también están expuestos por el contacto directo con pacientes o familiares.
También reprochan esa especie de condicionamiento, denunciado por quienes no portan el carnet de la Patria y deben registrarse en la plataforma del Ministerio de Salud. De allí, que Deyanira Gentille, miembro del Colegio de Médicos de Lara, alza su voz por el incumplimiento de esa totalidad de la primera línea sanitaria de priorizados, donde cita el ejemplo de aquellos de la tercera edad y de libre ejercicio en un censo de alrededor de 400 desde el gremio médico, pero que sólo ha cubierto a un aproximado de 60 adultos mayores.
La denuncia es constante desde el titular del gremio, René Rivas, al precisar un alcance entre 40 a 45 % en la región hasta finales de mayo de 2021. Javier Cabrera, autoridad de Salud, para mediados de mayo confirmaba la inmunización al 85 % del personal sanitario, que se estima en alrededor de 14 mil. El equipo de LA PRENSA intentó varias veces comunicarse con él, pero no atiende las llamadas telefónicas.
El descontento es tan generalizado, que María Teresa Pérez, exdirectora regional de Salud, dice que el Gobierno oculta con datos irreales y hasta con la información suministrada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque el ciclo no está completo hasta que a todos los venezolanos vacunados se les haya administrado las dos dosis.
«Es mentira esa vocería oficial, desde quien encabeza y el gabinete. El régimen oculta información, es poco creíble», señaló de esos pronunciamientos que dejan a la autoridad sanitaria en segundo plano, porque se limitan al Ejecutivo. Una queja frecuente entre expertos, atentos a la agresividad del virus.
Llevan más de 6 mil vacunados& ;
La cifra de vacunados en la entidad larense supera los 6 mil inmunizados hasta el pasado sábado 5 de junio, según declaración del gobernador Adolfo Pereira junto al doctor Javier Cabrera, director regional de Salud. Una data que no precisa detalles en cuanto a la cantidad exacta y tampoco se detiene a detallar en el lote preciso de vacunas que han recibido en Lara.
«Esta es una lucha que estamos llevando juntos, pero debe prevalecer la conciencia. No dejen de usar el tapabocas y lavarse constantemente las manos», señaló el mandatario regional y reiteró que la meta es atender a la mayor cantidad de población para finales de 2021.
También recordó que los adultos mayores se han sumado al sector priorizado por el gobierno Nacional y por eso es que los abuelos deben verificar si han sido seleccionados a través de la plataforma Patria y sus datos están publicados en la página de la Gobernación de Lara.
«Es lamentable cómo siguen subiendo la cifras de casos y muertes a causa de esta pandemia», expresó Pereira.
Recalcan deben ser garantizadas
Los señalamientos son constantes desde la Academia Nacional de Medicina, cuando su secretario general Huniades Urbina recuerda las advertencias que han aportado para la efectividad del plan de vacunación. El gobierno Nacional no les escucha y ya suman el documento 34, que alerta sobre los riesgos de la administración de candidatas a vacunas en plena emergencia por la pandemia.
Se pronuncian acerca de lo delicado de aprobar biológicos en la fase experimental y sin medir las posibles reacciones. Además de la importancia de contar con la aprobación de instancias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), luego de la fase 3. Muy a propósito al reciente anuncio de que el gobierno cerró un trato con la Federación Rusa para la compra de 10 millones de dosis de una candidata a vacuna conocida como EpiVacCorona.
«A finales de marzo se confirmó que 1.000 dosis del mismo producto habían llegado a Venezuela para conducir pruebas clínicas en voluntarios venezolanos. Sin embargo, lo único que se sabe de esas pruebas es que el primer voluntario fue el embajador ruso en Venezuela, quien, supuestamente, recibió la inyección el 4 de mayo. Tampoco se conocen los términos del contrato ni la información científica en la cual se basó la decisión del gobierno para adquirir esta candidata a vacuna», cita el documento.
Recalcan que la base de datos de la OMS describe que dicho producto se evaluó en Rusia, entre agosto de 2020 y febrero de 2021, en una fase 1-2 con un total de tan sólo 100 voluntarios humanos. Los resultados preliminares fueron publicados en marzo de 2021 en una revista científica rusa poco conocida, aunque noticias de prensa de ese país rápidamente anunciaron que la vacuna era 100 % eficaz. Pero la base de datos de la OMS indica que la fase 3, que es necesaria para determinar si el producto es verdaderamente eficaz, se realizaría entre noviembre de 2020 y septiembre 2021, con la participación de tan sólo 3.000 voluntarios.
Urbina considera que es necesaria una rigurosa investigación sobre la cubana Soberana y Abdala, para evitar las falsas expectativas ante el anuncio de la producción en un laboratorio venezolano y así masificar las vacunas en agosto. Se preocupan ante la introducción en la población venezolana de productos de dudosa credibilidad científica.