LA PRENSA DE LARA | EFE.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió este martes el nombramiento de Pedro Salmerón, acusado de acoso sexual, como embajador en Panamá y pidió que se presenten pruebas sobre dichas denuncias.
«No existe, según entiendo, una denuncia formal y legal. Hay que esperar a que se presenten pruebas», manifestó el mandatario durante su conferencia de prensa matutinar enPalacio Nacional.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció el lunes 15 designaciones para representaciones de México en el exterior, una de ellas fue la de Salmerón, que en 2019 renunció como director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) del Gobierno tras diversas acusaciones de acoso sexual.
Su nombramiento desató protestas de alumnas y exalumnas del Instituto Tecnológico Autónomo de México, quienes aseguraron que fueron víctimas de acoso sexual durante su periodo como profesor.
De acuerdo con el colectivo de estudiantes Cuarta Ola, Pedro Salmerón cuenta con acusaciones en la cuenta de MeTooAcadémicosMx, en la UNAM, así como dentro del partido de Morena, y en un comunicado señaló que este nombramiento solo ignora las denuncias de mujeres.
«Su designación como embajador es de suma preocupación ya que ha demostrado ser una persona que abusa de su posición de poder para violentar mujeres. Con su nombramiento se pone en riesgo de sufrir violencia de género a cientos de mujeres», precisó el colectivo.
Al respecto, López Obrador rechazó que exista alguna denuncia formal y legal en contra del académico y pidió esperar a que se presenten pruebas.
El mandatario se limitó a hablar de los logros de Salmerón, de quien dijo «es un historiador de primera (…) una gente muy preparada» y destacó sus estudios sobre el revolucionario Francisco Villa.
López Obrador también explicó la decisión de proponer a la exgobernadora de Sonora Claudia Pavlovich, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), como cónsul en Barcelona.
El mandatario mexicano calificó de «rudo» y «excesivo» que dirigentes del PRI hayan amenazado con retirarles la afiliación a los políticos del partido que acepten estos cargos.
«No dejan su militancia, no están vendiéndose», aseguró López Obrador.