María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Botellas de vidrio sobre los cables de telefonía fija y televisión por cable de algunas comunidades hacen simular que se trata de algún adorno muy creativo, pero la verdadera historia detrás de esos envases vacíos es que lo utilizan como una manera de «blindarse» ante la inseguridad, evitando así que los dueños de lo ajeno se los roben para extraer el cobre.
Botellas de vidrio de refrescos, maltas, jugos y bebidas alcohólicas se convirtieron en la alarma de seguridad de comunidades del oeste de Barquisimeto. Los vecinos de San José cuentan que a finales del año pasado fueron víctimas de ladrones que se llevaron todo el cableado de la telefonía y quedaron incomunicados por dos o tres meses aproximadamente.
Vecinos no solamente de San José I, II y III fueron los afectados, sino también de la urbanización Mendoza, Malecón, La Cruz y otras adyacentes, lo que motivo a que se organizaran y aplicaran este sistema con lo cual obtuvieron su santo remedio.
«Después que pusimos las botellas no volvieron a robarse los cables» dijo Esteban Alvarado, vecino de la San José, quien explicó que cuando un ladrón intenta picar los cables para robárselos, las botellas suenan o caen al suelo, cuyo ruido alerta a toda la comunidad.
Zonas como El Bolívar y El Tostao, mejor conocida como la parte alta del oeste, los vecinos también han tenido que recurrir a esa técnica para protegerse de los dueños de lo ajeno, pues cuentan que por lo general esos hurtos de cable ocurren en horas de la madrugada cuando todos los vecinos están durmiendo y no se dan cuentan.
Los vecinos cuentan que entre todos empiezan a recolectar las botellas de vidrio pequeñas y cuando ya tienen suficiente cantidad las agrupan en dos o tres botellas y las van colocando encima de los cables, teniendo cuidado que no afecte el cableado y que no sea pesado para que no cause ningún tipo de daños y sea peor el remedio que la enfermedad.
Cámaras están por las nubes
Una cámara de seguridad puede costar a partir de los 250 dólares, razón por la que los vecinos de las comunidades prefieren blindarse con métodos caseros y así se ahorran dinero.
El sistema de seguridad puede variar el precio, pero se consiguen a partir de los 250 verdes en adelante, eso según las medidas que tenga cada casa, pues la empresa hace un estudio para conocer cuantas cámaras de seguridad pueden utilizar.
Ante ese costo las personas dicen que prefieren reunir unas cuentas botellas y colocarlas, el detalle está en que así solo blindan los cables pero no tienen acceso al registro de la seguridad de sus casas como lo pueden hacer con el sistema de las cámaras.
Residencias, urbanizaciones y negocios son los que más utilizan las cámaras de seguridad para mantenerse confiados.