Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Los primeros meses de 2021 se perfilan como los de mayor tensión política para Venezuela. A partir de mañana 5 de enero el país seguirá debatiéndose entre la dualidad de poderes, cuando se juramente una Asamblea Nacional (AN) que en números domina el gobierno con el 68% de los curules, teniendo una oposición diseñada a la medida, pero cuyos resultados electorales han sido rechazados por más de 50 países del mundo y por más de siete millones de venezolanos que participaron en la consulta popular. Tal acción ha blindado a Juan Guaidó y a los diputados electos en 2015 a seguir ejerciendo funciones este año, tras aprobar una continuidad constitucional. El líder opositor que acumula 712 días como presidente encargado, inicia el año con una propuesta: «cerrar un ciclo histórico de más de 20 años para dar inicio a una nueva Venezuela», pero analistas políticos consideran que está obligado a manifestar estrategias claras, que no queden sólo en buenas intenciones.
«La oposición que tenemos en 2021 está fragmentada, porque algunos dirigentes han decidido ignorar a los demás políticos que hemos manifestado nuestras dudas por algunas decisiones tomadas en el seno del G4. Por eso creo que el principal desafío de Guaidó es mantener lo que ha conquistado hasta ahora, y evaluar lo que hacen sus representantes en el exterior. Leopoldo López no puede andar hablando como si fuera jefe de la oposición ante el mundo, porque no es correcto«, recomendó Enrique Aristiguieta Gramko, abogado y único sobreviviente de la Junta Patriótica de 1958 que derrocó a Marco Pérez Jiménez.
A Guaidó le han allanado su inmunidad parlamentaria, enfrenta prohibición de salida del país, orden de captura, y hasta contabiliza un atentado por colectivos que lo apuntaron con arma de fuego mientras participaba en una concentración opositora en el barrio La Paz en Barquisimeto el 29 de febrero de 2020. Analistas avizoran un 2021 de nueva arremetida judicial contra la AN que se espera inicie a partir del 5 de enero, tras las amenazas que ya han hecho figuras del chavismo como Diosdado Cabello.
«Guaidó necesita mantenerse libre, no puede caer en la agenda represiva del régimen que va apretar durante el año 2021 con toda la violencia de la que pueda hacer uso, porque básicamente así es que Maduro se mantiene en el poder. Además debe conservar el reconocimiento de la legitimidad de la lucha opositora logrado hasta ahora», expresó José Vicente Carrasquero, doctor en ciencias políticas.
Afirma que el gran error de la oposición en 2020 fue crear falsas expectativas a la gente cada vez que convocaron a protestas de calle. «El año pasado la oposición no estuvo cerca de sus objetivos. Nicolás Maduro logró evitar todas las acciones tomadas por la oposición y además se hizo con la Asamblea Nacional aunque de manera ilegítima. La oposición comienza a verse comprometida, pareciera que la ilusión de cambio se está disipando y queda entonces ver cómo actuarán a partir de ahora ante el régimen», comentó Carrasquero.
Nicmer Evans, politólogo y disidente del PSUV, alega que Guaidó debe preocuparse en la sostenibilidad de su liderazgo. «Esto de ser presidente de la AN y presidente interino, cuyos cargos han sido prorrogados en término de una continuidad administrativa como consecuencia de un vacío en el poder ejecutivo desde mayo de 2018, es ya bastante complicado de entender para Venezuela y el mundo. No todos los países entienden la realidad nacional de tener dos presidentes, dos asambleas. Es necesario la definición de roles», soltó.
Argumenta que la oposición debe asumirse oposición y no creerse gobierno. «En dictaduras las realidades son concretas, quien ejerce el poder es quien tiene el control de las instituciones y quien tiene los cargos reales. Uno de los graves problemas que le sucedió a Juan Guaidó fue haber asumido esa presidencia interina y haber tenido que cargar un atril para arriba y para abajo para mostrar que hay una alocución presidencial, cuando en realidad lo que tenía que hacer era dirigir una oposición en rebelión», considera.
Debe convencer
Radames Graterol, politólogo, cree que Juan Guaidó debe hacer cumplir lo que decidieron más de siete millones de venezolanos en la consulta popular del 12 de diciembre de 2020. «Su gran reto es buscar la fidelidad de esos venezolanos que manifestaron su voluntad, porque son los votos duros, los que son capaces de votar en cualquier circunstancia. Pero además debe atraer al 70% de la población que no participó ni en la consulta ni en las elecciones del 6 de diciembre de 2020 porque no se siente identificado con ninguna tendencia política», mencionó.
Afirma que el presidente encargado debe tender puentes con dirigentes políticos que se han apartado de su discurso, como María Corina Machado, Henrique Capriles, con los que participaron en las elecciones del 6 de diciembre y con los chavistas descontentos y aglutinar apoyos.
Apoyo externo será clave
«La presión internacional no es suficiente para lograr el cambio en Venezuela. Aunque el año pasado el país estuvo en la agenda de Donald Trump y Estados Unidos, la promesa de terminar con el régimen de Maduro no se logró. La gente creyó que iba a haber una ayuda internacional que iba a dar con al trasto a la dictadura y no fue así. Claro que la ayuda de la comunidad internacional sigue importante, pero no es lo central en una lucha política», expresó José Vicente Carrasquero, doctor en Ciencias Políticas.
Se refirió a experiencias en países como Bolivia o Bielorrusia, donde a través de la lucha de sus pueblos se lograron cambios. «La oposición tiene el reto de hacerle ver a la gente que es la lucha desde adentro la que va a poder lograr la transformación del país», expresó. Analistas sostienen que en 2021, la presidencia encargada debe sumar más apoyo internacional, alegan cualquier decisión de organismos multilaterales como la OEA, ONU será fundamental.
Guaidó hizo nuevo llamado a la FANB
El 27 de diciembre Guaidó hizo un nuevo llamado a los militares. «Debemos fortalecer una solución política porque la dictadura no saldrá voluntariamente. Necesitamos la fuerza de la FANB y de la comunidad internacional», expresó. Para Radames Graterol, politólogo, la oposición debe intentar un diálogo continuo con militares.
«Aunque la AN ha ofrecido hasta amnistía para militares, sin lograr resultados positivos en los dos intentos de rebelión en 2019. Esta institución sigue mostrándose leal a Maduro, pero es deber de Guaidó seguir tendiendo puentes».
«Tenemos que reconstruir el país»
«El país ha dejado de existir como Estado, en Venezuela ya no hay un poder central efectivo, en cada sitio hacen lo que les da la gana, aquí hay que comenzar de nuevo a alimentar al venezolano, reeducarlo, será grandísima la tarea que tienen por delante los que vengan, esto no es un trabajo a la carrera para convocar unas elecciones», afirma Enrique Aristeguieta Gramcko, abogado y político venezolano, sostiene que la prioridad debe ser recobrar la institucionalidad de la nación.
Alega que la oposición debe unificarse para lograr la verdadera presión contra Nicolás Maduro.