Este miércoles 5 de marzo las iglesias católicas de Barquisimeto conmemoraron el Miércoles de Ceniza para dar inicio a la Cuaresma. Durante las homilías, sacerdotes exhortaron a los feligreses a trabajar por la paz y a orar por la conversión de todos.
“Este es un tiempo que llama a La Paz a través de la palabra de Dios, por eso es necesario seguir sus escrituras. A partir de esta fecha es una invitación a orar por la conversión que se quiere para sí mismo, eso que se quiere cambiar, pero se hace tan difícil”, dijo el padre José María Gimeno, párroco de la iglesia San Francisco de Asís, durante la celebración de la misa este Miércoles de Ceniza.
Estudiantes de los colegios Dioscesano, Monseñor Benítez, Dr. Gualdrón y feligreses llegaron a las distintas iglesias para escuchar la palabra de Dios y participar de la imposición de ceniza.






El padre Gimeno, también insistió en la necesidad de ayunar para dejar de lado aquello que no es importante y comenzar a dar prioridad al compartir con la familia. “… la familia, un compañero de clases y por último, pero no menos importante, dar la limosna sin que necesariamente todo el mundo lo sepa”, dijo.
Iglesias como San José, en el centro de Barquisimeto, realizará seis misas durante todo el día, la Catedral tendrá una misa central a las 6 de la tarde. Cada parroquia celebrará eucaristías para imponer las cenizas, y recordar que todos somos pecadores.
Miércoles de Ceniza da inicio a la Cuaresma
Con el Miércoles de Ceniza se abre un tiempo litúrgico llamado Cuaresma que representa los 40 días de preparación para celebrar el triduo pascual: la pasión, muerte y resurrección de «nuestro Señor Jesucristo». Durante este tiempo, la Iglesia católica invita a cumplir con acciones, como el ayuno y la abstinencia, actos que deben tener un propósito de cambio y sacrificio.
El padre Alexander Nieves, párroco de la iglesia San José, explica que «El triduo pascual va más allá del Domingo de Ramos, este es un paréntesis dentro de la etapa final de la Cuaresma, porque los días lunes, martes y miércoles aún es Cuaresma, la que termina el Jueves Santo por la tarde con el inicio de la misa de la cena del Señor, con la que comienza el triduo pascual».
Durante este tiempo se observan dos días de ayuno y abstinencia de carne: el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. El ayuno implica abstenerse de consumir platos fuertes, especialmente carnes rojas y compartir esos alimentos con quienes carecen de ellos. Nieves recuerda que «es una práctica penitencial que debe culminar en un acto de caridad. Esa carne puedo compartirla con alguien que sé que no ha consumido carne en todo el año por necesidad, o con alguna persona sin hogar. Que esta privación me ayude a descubrir y experimentar, en primer lugar, la realidad que enfrentan muchas personas y que aquello de lo que me privo pueda compartirlo con alguien que verdaderamente pasa necesidad».