miércoles, 5 febrero 2025
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Decanato de medicina de la UCLA prioriza gastos operativos

En el decanato de medicina de la UCLA, buscan un ambiente que garantice las mínimas condiciones para trabajar al personal, así como la ventilación de salones y laboratorios definen el objetivo de la autogestión en el Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Una tarea permanente que se fundamenta en alianzas y el apoyo de estudiantes unidos para sumar aportes que permitan cubrir gastos operativos, así como avanzar en la recuperación progresiva de áreas de estudios.

Recorrer su extensa edificación permite verificar daños a simple vista, como filtraciones en las paredes y otra de las dificultades de mayor envergadura, como la ventilación, tan necesaria para asegurar la concentración durante las clases y la conservación de materiales o equipos de laboratorios. La asociación civil sin fines de lucro «Amigos de la UCLA», tiene la misión de servir de enlace y promover las alianzas entre el sector privado y público, todo en función de seguir ofreciendo la calidad formativa y estar atentos a cualquier iniciativa para sumar recursos al presupuesto asignado.

El doctor José Francisco Guirnaldos, como decano, precisa que una de las principales fuentes de autogestión son los diplomados en Medicina y Enfermería, los cuales son impartidos en esta alma mater o en centros privados con el aval de la universidad centroccidental. Detalla que superan los 30 diplomados y sus costos parten de los $150, dinero que es administrado para los gastos de funcionamiento, aquellos cotidianos en papelería y demás insumos para personal administrativo y docente.

Uno de los más solicitados es de ecosonografía por ser más práctico, siendo aquellos de menor demanda los relacionados a enfermería o medicina laboral.

Luego de la pandemia por covid-19, las iniciativas en el Decanato de Medicina de la UCLA han sido más frecuentes porque siempre tienen la confianza de formar con calidad educativa, siendo una de las casas de estudios superiores más prestigiosas del país.

Para mediados de 2023, se conoció que integrantes de 15 promociones coordinaron la búsqueda de recursos, tal como se estableció en la Comisión «Amigos del Decanato de Ciencias de la Salud». El interés fue mutuo para el acondicionamiento de algunas aulas, auditorio, iluminación, fumigaciones, iniciar reparación del aire acondicionado central que cubre la mayoría del decanato, arrancar con la impermeabilización de techos, adelantar en la recuperación del laboratorio de anatomía, entre otros espacios de interés.

Ese «manos a la obra» es resaltado por Guirnaldos, porque se encuentran reinvirtiendo para las áreas docentes en las que necesitan recuperar la totalidad del sistema de aire acondicionado de expansión directa. Van por partes, porque solamente en este punto necesitan un estimado de $100 mil y dicho monto tan alto, les obliga a ir interviniendo por áreas.

En febrero de 2024, gracias al significativo apoyo de Fundación Higea lograron empezar a acondicionar dos áreas, reparando equipos, principalmente compresores y hasta la compra de pintura, como una de las fases iniciales. «Por eso aplaudimos a todas las instancias que comprenden la situación que se atraviesa y siempre se busca seguir sumando voluntades», señaló agradecido y admitiendo que se quedaría corto, al mencionar las fundaciones, empresa o privados que se animan y confían en alcanzar logros pese a las adversidades.

La meta es potenciar las áreas docentes, así como laboratorios, los cuales son demasiados. En la actualidad se enfocan en el área B, por ser una de las más amplias, con el equipamiento para garantizar las condiciones óptimas para el personal docente y estudiantes. Es un plan ambicioso, considerando que se trata de un espacio con capacidad superior para las 90 personas.

Buscan operatividad en el decanato de medicina

Guirnaldos confirma que están al pendiente de los gastos operativos y por eso disponen de los recursos para los materiales y mantener activos los departamentos. De allí, que los alumnos también hacen sus aportes, como paliativos que retribuyen a su casa de estudios.

Son acciones que reconocen esa necesidad interna imperante que buscan tratar de resolver, incluso siendo con casos tan particulares que pueden limitarse a los insumos básicos para costear casos puntuales. Carlos Rodríguez, presidente del Centro de Estudiantes de este decanato, confirma lo valioso de la ayuda privada con salones que ameritan hasta $25 mil. Decidieron abstenerse de vendimias o rifas porque son alternativas que dejaron de ser efectivas.

Recalca que se abocan a gastos sencillos para tener la seguridad de la reproducción de hojas de examen y, generalmente, ubican recursos financieros para poder adquirir resmas de papel, tinta para tóner y máster de impresoras, entre lo más indispensable. Reconocen que el presupuesto para todo el decanato no supera los $1.800 y con ánimos de no perder tiempo, siempre optan por organizarse, estando conscientes de lo indispensable de contar con estos materiales básicos.

En el decanato de medicina, también son receptivos para contribuir con la reposición de materiales en algunos laboratorios, principalmente de microbiología, donde ubican un promedio de $300 a inicio de semestre para la adquisición de algodón, palitos de altura, acetonas, alcohol etílico y determinados reactivos. Lamentan casos de nuevo ingreso que deben aportar un video beam, una computadora y un sonido, soliendo superar los $500.

Directivos y alumnos le ponen corazón a la universidad, sintiendo el compromiso y negados a consumirse en la apatía por la fuerte carga del abandono.

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