Un recién nacido prematuro puede evolucionar satisfactoriamente y es el desafío de los padres que apuestan por su crecimiento a partir de los avances del contacto directo, su neurodesarrollo y estimulación temprana. Cumplen las indicaciones del equipo multidisciplinario que conforma «Corazones piel a piel», en el servicio de neonatología del Hospital Central Antonio María Pineda, que busca preservar el cerebro como principal órgano del sistema nervioso.
La prematuridad es común y así lo confirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), al advertir que superan los 13 millones de casos al año de bebés que nacen antes de las 37 semanas (prematuro) y su peso es menor a dos kilogramos. Según Anabel Pereira, pediatra especialista en medicina crítica pediátrica y neonatal, quien coordina el apostolado «Corazones piel a piel», atienden un promedio mensual de 70 a 80 casos de niños prematuros, vistos como una familia. No sólo se trata del bebé y de la asistencia en la unidad de cuidados intensivos neonatal en oxigenación, ventilación y cardiovascular especial, sino del compromiso de los padres por cumplir el control médico.
«Acompañamos en el camino de retos, cuidando la vigilancia nutricional y todo lo relacionado con el crecimiento, neurodesarrollo, estimulación temprana y musicoterapia», precisa Pereira. Dice que inicialmente los padres tienen la precisión del diagnóstico con resultados del eco transfontanelar, ante el riesgo de sangrado cerebral, así como los vinculados con la formación de hueso como fosfatasas alcalinas y fósforo, acerca de hormonas tiroideas y es indispensable la evaluación de retina, así como de foniatría para evitar avances en daños de la audición. Siempre cuidan visión, audición y neurodesarrollo del bebé prematuro.
Mayor precaución con un bebé prematuro
Cuando el niño cumple 6 meses, los padres deben ser más cautelosos. No deben confiarse en avances obtenidos, ya que existe la amenaza de problemas oculares, desde refracción de la retina hasta estrabismo. También deben descartar dificultades para escuchar —que a menudo pasan desapercibidas para los padres— y podrían requerir de auxiliares auditivos o implante coclear. Si se atrasan en lenguaje y en socialización podrían terminar sufriendo de sordera.
El contacto directo se logra a través de la metodología Canguro, que implica el uso de una práctica faja para llevar al bebé entre los senos donde se mantiene con el calor de la madre, esto libera hormonas que le permiten al hijo ganar peso y a la mamá le suele estimular más la lactancia materna, que es vital para el hijo. Además, fortalece el vinculo con el padre, hermanos mayores y otros parientes cercanos.
La prematuridad tiene múltiples causas, a partir de enfermedades de la madre como hipertensión arterial, diabetes, síndrome antifosfolípidos, entre otras. Además de embarazos adolescentes, desnutrición y complicaciones del embarazo asociadas a la placenta.