Gremios productores sostuvieron que desde el primero de noviembre y hasta el 15 de diciembre se aplicará en Venezuela el segundo ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa para los rebaños vacuno y bufalino. Señalan que cumplir con el plan sanitario que consiste en adquirir los biológicos, que un veterinario asista a los animales, y se llene la planilla de certificación que debe ser entregada en el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), es responsabilidad de los ganaderos.
«En tiempos pasados, el Estado regalaba las vacunas y mantuvo una política de asistencia continua para los productores pequeños que tenían menos de 40 animales. Eso hizo que muchos se acostumbraran a que todo era gratis, pero el gremio tiene que entender que la salud de los animales debe ser responsabilidad de cada finca o hato. Es como los padres que tienen la responsabilidad de velar por la vacunación de sus hijos», indicó Jorge Prado, vicepresidente de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan).
La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente las pezuñas y hocicos de los bovinos, lugares en donde se pueden desarrollar grandes aftas o llagas que impiden que el animal se alimente, afectan su reproducción y pueden ocasionar su muerte. En Venezuela, según informó José Labrador, vicepresidente nacional de Fedenaga, la fiebre aftosa no se registra desde el 2013. El último caso afectó un rebaño del estado Barinas.
Productores deben tener responsabilidad
Comunicó que al año los ganaderos deben cumplir con dos ciclos de vacunación contra la aftosa. El primer ciclo se da en época de verano, culminando en mayo y el segundo en la temporada donde caen las mayores lluvias, en noviembre y finaliza a mediados del último mes del año. El virus no se transmite directamente del animal a la persona, sí puede contagiar a otras especies como los cerdos. Los animales enfermos son inmediatamente sacrificados, representando un daño económico para los productores.
«Vacunar al ganado contra este virus no es costoso. Cada dosis vale 50 centavos de dólares; es decir, que un frasco de 20 dosis cuesta $25», recalcó.
Confagan, Fedenaga y el Instituto Venezolano de la Leche y la Carne (Invelecar), han creado la Fundación Venezolana de Servicios de Salud Animal (Funvessa), para junto al Insai hacer seguimiento por estado a que se cumpla el plan de vacunación y la certificación.
También trabajan para levantar un censo nacional y determinar cuántas cabezas de ganado tiene Venezuela, una estadística que no se actualiza desde 2013. «El país requiere que esté vacunado el 90% de su ganado para que logre la certificación internacional de la fiebre aftosa que otorga el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa), y así poder exportar carne y derivados de la leche en el mercado internacional», comunicó Labrador.