Unos 100 estudiantes del Liceo Bolivariano Rural Tacarigua, en la parroquia Tamaca, al norte del municipio Iribarren de Lara, reciben clases en malas condiciones. Tiene problemas por resolver, entre estos el techo está deteriorado, a una de las aulas le faltan tres paredes y tienen un único baño pequeño, con pozo séptico, pero sólo para las alumnas.
La lluvia del pasado miércoles impidió que la jornada escolar culminara, los huecos de las láminas de zinc es por donde entra el agua. «Me dio mucho dolor ver a los estudiantes en esas condiciones», manifiesta Lucila Lozada, docente de la institución.
María Albina Moreno, habitante de la comunidad, comenta que esta es una institución que se logró levantar con el esfuerzo de la comunidad y por eso les duele las condiciones en las que está. Recuerda que el liceo comenzó a funcionar en el año 2004, sólo con primer año, recibían clases en una casa, luego pasaron a la iglesia San Antonio de Padua y dos ranchitos prestados.
En Tamaca esperan se cumpla la promesa
Para el año 2013 la alcaldía compró el terreno donde la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE) construyó un módulo para dos aulas. En el terreno había una casa de bahareque y la comunidad lo acondicionó como cocina y un galpón pequeño, y entre todos le hicieron las paredes para nuevas aulas. Querían un liceo hasta quinto año, además habilitaron un espacio para el pozo séptico del baño.
Han pasado 10 años de estas construcciones y las láminas de zinc ya están oxidadas y huecas, el salón de los estudiantes del tercer año sólo tiene techo y las estructuras que lo sostienen, el pizarrón cuelga en la pared del salón de quinto año; es decir, que las clases son casi al aire libre, con sus pupitres, pero sin paredes.
El director de las institución, profesor Henry Suárez, asegura que ya los trámites se han realizado por medio de FEDE y que solamente falta ejecutarlas, obras que poco a poco se harán, comenzando por el techo de los salones y luego el salón de tercer año.