En Venezuela el comercio y los servicios han experimentado un mayor crecimiento económico este año, en comparación con la industria y la construcción que son sectores que aportan más al Producto Interno Bruto (PIB), y son multiplicadores rápidos de empleos. De acuerdo con datos de consultores financieros y expertos aduaneros, las características que están teniendo los negocios emergentes en el país es que atienden las necesidades de una economía pequeña, donde la mayoría de la población tiene un poder adquisitivo bajo. Y muchas son inversiones estacionales; es decir, aparecen por un período de tiempo determinado.
Andrés Guevara, director de Omnis Business Partners y profesor del IESA, explicó que los negocios emergentes que han surgido en los últimos años en Venezuela se capitalizan por cientos de miles de dólares. Son pocas las que se cotizan por millones de dólares, y esto ocurre porque nacen en un mercado donde el PIB per cápita ronda los 4.121 dólares, y según el FMI es similar al de países como Bolivia, Honduras, Nicaragua y Haití.
«Son empresas pequeñas porque están en una economía pequeña. Hoy en día Venezuela depende en buena medida de emprendimientos que surgen en la informalidad. También es una economía difícil de transar, porque el Banco Central de Venezuela (BCV) no publica estadísticas a tiempo para medir e interpretar el entorno», indicó.
Una de las razones por las que buena parte de los emprendimientos se mantienen en la informalidad es por la gran cantidad de regulaciones que se deben realizar para crear o constituir una empresa. De acuerdo con el informe Doing Business, que publicó el Banco Mundial en 2020, abrir una empresa formal puede demorar 230 días, y se deben realizar unos 20 procesos administrativos.
«Muchos negocios emergentes tienen un período de caducidad o duran escasos años, y el gran reto de sus propietarios es que puedan reinventarse en función de las circunstancias», recalcó Guevara. Un ejemplo de esto fue la gran cantidad de bodegones y restaurantes que abrieron en el período de pandemia, y a los pocos años cerraron o dejaron de crecer. En junio, Iván Puerta, presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes (Canares), reveló a medios nacionales que entre el 60 y 70% de los restaurantes que abrieron hace 24 o 36 meses cerraron en 2024. La mayoría fracasó por no analizar bien el mercado, falta de visión empresarial y errores en las decisiones gerenciales.
Sectores Ganadores
En el foro «Perspectivas Venezuela 2024-2025», dada por el economista, Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, en Barquisimeto, el viernes 25 de octubre, informó que el sector que más creció en 2024 fue el automotriz.
«Pasamos de vender 3.500 carros en 2022, a 12.000 carros este año. Y el año que viene proyectamos vender 18.900 carros. Las marcas chinas juegan un rol importante y las reconocidas como Jeep, Renault, Fiat, Toyota se reactivaron. La oportunidad de negocios está en vehículos que cuesten menos de $20.000», precisó
Le sigue el sector de telecomunicaciones, más de 300 empresas han obtenido permisos de Conatel para instalar fibra óptica. En tercer lugar, los servicios profesionales, cuyo aumento tarifario ha sido mayor que el de los bienes. La banca y el sector comercial también crecieron, al igual que alimentos y salud, que lo hace a un ritmo más lento que años anteriores.
«En salud está creciendo la producción de medicamentos que representa el 70% de crecimiento. Ellos están ahorita a niveles del año 2016 de consumo de medicamentos. Y crecen también los servicios médicos asociados a clínicas y laboratorios», puntualizó.
Nichos para explorar los negocios emergentes
En el caso del estado Lara existen potenciales negocios que han aparecido, tienen una inversión tímida, pero pueden ser explotados. Marisol Mujica, especialista en comercio exterior, comunicó que en los últimos años se han creado plataformas de Crowdfarming (modelos de economía colaborativa), que conecta a personas que tienen activos subutilizados como tierras agropecuarias, con personas en la ciudad que están dispuestas a invertir en el campo colocando capital, para que después al vender la producción se obtenga un retorno que beneficie a ambas partes.
El sector inmobiliario ha logrado obtener cierta inversión a través del coworking (espacio de trabajo compartido). «Muchas empresas que tienen oficinas ocupadas las están manejando como coworking. Hay personas que pagan oficinas por un mes o hasta por un día y resuelven un tema preciso, sobre todo es beneficioso para emprendedores que no tienen un espacio físico, y necesitan recibir a alguien para concretar un negocio», expresó.
Áreas de microfinanciamiento. Hay varias aplicaciones digitales donde pueden concretar la compra de productos y servicios que se pueden pagar en partes. También existe el crédito privado para adquirir motos y vehículos. «Incluso, hay empresas automotrices que están ofreciendo descuentos considerables para la compra de vehículos si se hacen pagos anticipados», señaló.
En materia de turismo, Mujica considera que en Barquisimeto podría haber mayor inversiones en la plataforma Airbnb, que permite reservar alojamientos. Sería una oportunidad de negocio para los inmuebles que se encuentran solos por la migración. «En enero, que viene la procesión de la Divina Pastora, es una oportunidad para poder ofertarlos y lograr alquileres pretemporada», resaltó la experta aduanera.
