Según expertos, la exposición a dispositivos móviles no debe exceder los 90 minutos continuos
Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Psicólogos señalan que la incertidumbre política y social que registra Venezuela desde el 28 de julio, tras las presidenciales, puede ocasionar ansiedad y depresión en niños y adolescentes. Por eso recomiendan a sus padres y familiares cercanos estar muy atentos a los cambios de las emociones que experimentan los infantes y evitar que estén expuestos a largas horas en los dispositivos móviles, recibiendo un bombardeo de información sobre violencia o temas de política en las redes sociales.
Abel Saraiba, psicólogo y coordinador adjunto de Cecodap, explicó que en las últimas dos semanas esta ONG ha podido reconocer que los niños y adolescentes también se han visto afectados por la situación sociopolítica. Que refieren un gran malestar en los menores, miedo por lo que va a pasar con el país y con su familia.
Si bien un niño de seis años en adelante puede no entender del todo la información de política o del contexto país en el que está, sí se puede ver afectado emocionalmente como cualquier adulto, sólo que la manera de expresar ese malestar es diferente. «Aun si no comprenden toda la base del conflicto, los niños sí son capaces de percibir la tensión que hay entre sus padres, la tensión que hay en el entorno y esto afecta su salud mental», indicó Saraiba.
Arturo Gómez, psicólogo, sostiene que un niño fácilmente pudiera entrar en crisis, sobre todo si sus familiares son víctimas directas de represión, de ataques violentos, de persecución o detenciones arbitrarias. «Si están en ese contexto, los síntomas que pueden tener los niños son dificultades para dormir, para comer, pueden tener pesadillas, alteración en su conducta habitual, pueden hacerse más agresivos o retraídos, o incluso pueden regresar a etapas previas de su edad actual. Es decir, si tienen seis años en adelante que ya controlan sus esfínteres, pueden incluso regresar a orinarse, o a tomar conductas mucho más infantiles de la edad que tienen», argumenta.
Según la OMS, la prevalencia de trastornos mentales, como la depresión afecta al 2,8% de niños menores de 12 años. Y en adolescentes al 5,7%. La ansiedad abarca el 3,6% de adolescentes entre 10 y 14 años. Datos que suministró la doctora en psicología, María Auxiliadora Campos.
«Son trastornos multifactoriales tanto la depresión como la ansiedad, entre ellos podemos hablar de diferentes factores de riesgo, como son los genéticos, responsables del 50% de los casos de depresión. Si un niño vive en un entorno depresivo, si tiene un padre que tiene la depresión, esto se transmite de manera genética», resaltó.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este lunes 12 de agosto.