El sector inmobiliario en el estado Lara registraba un estancamiento del 35% hasta el mes de julio
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- El sueño de una vivienda propia cada vez está más lejos de hacerse realidad. El sector inmobiliario en el estado Lara, al igual que en el resto del país, se encuentra en estancamiento y es que pocas personas están adquiriendo casas debido al poco poder adquisitivo que tienen los venezolanos.
Marco Asuaje, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Lara, sostuvo que el sector se ha mantenido en el margen y hasta junio de este año registraban un estancamiento del 35% y no ha habido ningún cambio desde que se anunció la fecha para las elecciones presidenciales. Sin embargo, existe un grupo de personas que ha estado interesado en adquirir viviendas.
«Va dependiendo del poder adquisitivo de cada quien, pero tenemos personas de 34 y hasta 40 años de edad que han estado preguntando por viviendas en sectores del centro, oeste y norte, pero hay otro que está interesado por casas en Barici, El Pedregal y Colinas del Turbio», comentó Asuaje.
Los precios de las viviendas se han disparado hace más de 10 años, lo que imposibilita a los venezolanos poder comprar una en un corto tiempo. La tarifa puede variar, pero en algunos sectores se encuentran casas en 20 mil dólares.
«Es que es casi imposible que los jóvenes puedan comprar una casa, porque lamentablemente aquí lo que se gana es para comer y cubrir gastos de primera necesidad», sostuvo Zoraima Carmona, habitante del norte de Barquisimeto.
Para el economista, Jhon Cisneros, existen algunas formas de financiamiento para adquirir una vivienda en el país, pero aclaró que están siendo ofertadas por entes no bancarios y que podrían ser las mismas constructoras.
«El problema es que la banca por los momentos no puede otorgar esos créditos, debido al encaje legal tan ajustado que poseen en estos momentos», dijo Cisneros.
La escasez de crédito hipotecario también ha contribuido para la desaceleración del mercado inmobiliario.
«Antes decía que al cumplir mis 30 años de edad ya iba a tener una vivienda propia, pero ese sueño está muy lejos porque, aun cuando soy profesional, el sueldo no me alcanza para ahorrar y poder comprarme esa casita que tanto anhelo», comentó Elianny Montilla, habitante de La Paz.