Joelis Sosa | LA PRENSA.- Desde las seis de la mañana vecinos de La Ruezga Norte se reunieron para cerrar la entrada de su sector con cauchos, ramas y escombros y así exigir la bolsa de comida que sería entregada este sábado 30 de julio a través de los CLAP.
También aprovecharon para quejarse por la distribución de gas. Comentan residentes que en el sector hay 2 mil familias que son conformadas, en su mayoría, por niños y abuelos que sufren desnutrición. ‘Mi papá tiene 83 años y presenta un grado de desnutrición por la mala alimentación que estamos sufriendo‘, comentó con los ojos aguados y una voz temblorosa de rabia la señora Pastora Rodríguez.
Al igual que el papá de Rodríguez, la señora Fanny Flores está padeciendo de pérdida de peso, ha rebajado 21 kilos por ‘el régimen alimenticio que le ha impuesto el gobierno nacional‘, agregó. También menciona que presenta una discapacidad en la rodilla y a pesar de ello vive de cola en cola para ‘medio comer‘.
‘Tenemos dos meses sin ver las bolsas de comida, hay hambre‘, sentenció Carmen Campos, miembro de la comunidad, quien explica que están cansados de comprar productos bachaqueados y de comer una sola vez al día.
El cocinar a leña también tiene molesto a los residentes de la Ruezga, destacan que tienen dos meses sin gas y les ha tocado armar su fogón para cocinar lo poco que consiguen. Hasta las 11 de la mañana estuvieron protestando, al lugar llegó la policía estadal y nacional, también funcionarios de la guardia que recogieron los escombros y apagaron las llamas de cauchos.
Vecinos decidieron apartarse porque les venderían el gas, al lugar llegó un camión, pero no todos pudieron comprar todos porque no fue suficiente. Otro de sus dolores de cabeza es la inseguridad. Explican que en las noches los atracos en la zona suben como espuma, debido a la falta de alumbrado público en esta urbanización ubicada al norte de la ciudad.