Daniela Valladares | LA PRENSA.- Desde hace dos semanas un inmenso charco de aguas negras, fétidas, rodeado de moscas y zancudos mantiene inundado el patio de la casa del señor Jorge Morales con una contaminación a flor de piel.
La casa del señor Morales no es la única, en otras tres viviendas del barrio El Carmen ocurrió lo mismo. Resulta que el colapso de las cloacas comenzó en la vía principal de la calle 4 del popular sector, que aunque fue atendida por una cuadrilla de Hidrolara que se acercó al lugar y le introdujo una guaya, esto no le hizo ni coquito debido a que comprobaron que la tubería principal está tapada.
Esto ocasionó que el trabajo quedara a medias y no lo culminaran, obreros dijeron que volverían y hasta el sol de hoy no han vuelto. “Nos estamos enfermando producto de esta contaminación, mi esposa se enfermó del estómago y mi cuñada se tuvo que llevar a mi sobrina de 2 años porque el olor es insoportable”, confesó Morales, uno de los afectados.
Aleidy Vargas es otra de las afectadas, cuenta que en su casa el agua llegó hasta la cocina por lo que le toca preparar la comida en medio de la hediondez lo que la llevó junto a sus tres hijos pequeños y su esposo a permanecer en el patio para evitar tragarse la pudrición. Desde la semana pasada han ido una y otra vez a la sede de Hidrolara para que vayan a la comunidad a terminar el trabajo pero les salieron con que están en lista de espera y para el 2 de agosto creen que puedan resolverles.
“No podemos vivir así, es urgente que solucionen este problema cuanto antes, hay niños pequeños y personas de la tercera edad conviviendo entre aguas piche”, dijo molesta una vecina del sector cuya vivienda está sufriendo filtraciones. Para el día de ayer la comunidad esperaba por la cuadrilla, pero nunca llegó.