Gabriel Grisanti | La Prensa.- Isaura del Carmen Pérez Sánchez, de 66 años, trabaja como camarera en un Centro Diagnóstico Integral (CDI), de la Misión Barrio Adentro II, en la ciudad de Maracay, estado Aragua. Ella se vino desde allá con un saco bien resuelto a cuestas, que no tenía precisamente productos alimenticios regulados o artículos de higiene personal.
La doña llegó al Hospital Central Universitario “Doctor Antonio María Pineda”, y muy relajada empezó a buscar clientes que tuvieran efectivo a la mano para adquirir la mercancía.
Caminó por los alrededores de la emergencia, por sala de espera hasta que no aguantó el peso y se sentó en un banco por el cafetín, cerca de la rampa que comunica con la farmacia Nuevo Siglo, justo al lado de una dama. Viendo para todos los lados, le hablaba entre dientes a quien se convertiría en su potencial cliente.
Cuando al parecer ya había logrado la venta y se disponía a sacar los insumos, un funcionario del Servicio de Seguridad Hospitalaria (Policía del estado Lara), pilló que lo que tenía Isaura del Carmen en el saco eran insumos médicos.
De inmediato, la abordó y le pidió que lo acompañara hasta la sede del servicio, afuera del Hospital Universitario Pediátrico “Doctor Agustín Zubillaga”, para que justificara de dónde había sacado la mercancía. Se trataba de insumos médicos. Eran 10 pares de guantes quirúrgicos, 13 inyectadoras, dos macrogoteros, cuatro soluciones fisiológicas 0.9, cinco yelcos 18, tres paquetes de gasas y dos cajas de toallas clínicas.
Además un enjuague bucal (Halitol), para pacientes que están en fase posoperatoria, cuatro frascos de Clorhidrato de Metmorfina de 500 miligramos, cada uno contentivo de 30 tabletas recubiertas y un frasco de Polivit (con 100 tabletas). Por este caso, fue puesta a la orden de la Fiscalía 10ª del Ministerio Público.